¡Ainsss, la noche de Halloween!. Ahí estábamos ayer dispuestos a celebrarla como tíos un colega mío disfrazado de Farruquito (con cara de velocidad incluida) y un servidor (ataviado de espía sordo). El caso es que la cosa se prestaba a elegir un film para pasar esa noche que pudiera acongojarnos a lo bestia. Y hemos de reconocer que Grave Encounters lo hizo.
Así leído en frío el título por alguien que no tenga ni idiea de inglés, seguramente lo traducirá por algo como Encuentros Graves y pensará que esto va sobre el típico amigo “pesao” al que te encuentras después de años y te cuenta su vida. Pues no joe…, el título viene a significar nada más y nada menos que Encuentros de ultratumba, y es un film que hoy nos permitimos el lujo de recomendarte desde este blog, porque a nosotros nos “asustó” bastante.
Y lo primero que he de comentar es que revisando el plantel de premios del reciente Festival de Sitges llama la atención el hecho de que Attack The Block haya sido mejor valorada que Grave Encounters, de la que a uno le queda la sensación de que ha pasado con más pena que gloria por ese festival. He de confesar que antes del visionado yo ya iba con el prejuicio de que este film iba a ser otro sucedáneo más de El proyecto de la Bruja de Blair, y poco más. Y ciertamente se trata de otro claro ejemplo de película en plan falso documental (donde al principio de la misma te quieren vender la moto de que todo lo que vas a ver a continuación ha ocurrido realmente). Pero aunque bien es verdad que no aporta nada nuevo al género (conocido como “mockumentary”, por cierto), hay que reconocer que los poquitos medios con los que cuenta el film los sabe explotar bastante bien, lo suficiente como para causar momentos de agobio, tensión y proporcionar algún que otro buen susto de esos que te hacen dar un respingo en el asiento.
Como digo, en este film no habrán invertido mucho más de cuatro duros, pero en mi opinión es un buen ejemplo de que a veces no hacen falta unos efectos especiales del copón, ni una música de “terror” que acompañe al metraje para que éste cuente con sus momentazos de terror. Simplemente una ambientación esplendida y unas actuaciones solventes por parte de los protagonistas son elementos suficientes como para tenerte hecho un ocho en la butaca del cine (o en su defecto, en el sofá de tu casa).
Personalmente creo que Grave Encounters logra que el espectador empatice con los protagonistas y por momentos nos pongamos en el pellejo de estos pensando sobre cómo reaccionaríamos nosotros si nos viéramos en una situación tan chunga como la que aquí acontece. Y es que imaginaos que por hacer la gracieta de rodar una especie de Reality Show en plan “equipo de cazadores de fantasmas”, os aventuráis a pasar una noche en un antiguo y abandonado Hospital Psiquiátrico (del que se comenta que acontecen fenómenos paranormales), y pronto descubrís que en ese edificio hay algo maldito, que no tiene ninguna intención de que salgáis de allí con vida.
Pues bien, este es el argumento del film (como véis simple, pero bastante efectivo a la hora de lograr el objetivo de acojonar por momentos). Por eso nos gustaría recomendar el visionado de Grave Encounters si eres dado a este género, porque sin aportar nada nuevo que no se haya visto antes, al menos lo hace de una manera con la que sabe explotar a la perfección los medios tan limitados con los que cuenta y deja un buen sabor de boca incluso para los que pensamos que las pelis de terror están cada vez más de capa caída. En definitiva, se trata de un film ideal para vértelo con una gachí a la que tengas echado el ojo y que sea asustadiza, porque seguro que el rato que dure el metraje estaréis más “agarraos” que bailando un chotis.
Tags: Grave Encounters