Título original: The Double. Director: M. Brandt. Guión: M. Brandt y D. Haas. Protagonistas: R. Gere y T. Grace. Fotografía: J. L. Kimball. Montaje: S. Mirkovich. Música: J. Dobney. Productoras: Hyde Park Entertainment, Agent Two, Brandt/Haas Production, Imagenation Abu Dhabi FZ y Industry Entertainment. EE.UU. 2011.
Como estamos en una época de cambio, la nostalgia por un tiempo pasado estable y conocido domina la Ficción. Por eso Hollywood desde hace unos años recicla un montón de ideas del pasado. Así, lo extraño de La sombra de la traición no es que use ideas del pasado, sino que apele la nostalgia de la gente madura (+44) ya que lo habitual es hacerlo a la de la gente joven (+24) pues esta es la que más va al cine.
Así pues, La sombra de la traición remite a los thrillers sobre la Guerra Fría que se hacían en los 80. De hecho, el personaje de R. Gere podría haber sido perfectamente un protagonista de aquellas. Esa es la semilla del guión pues la historia cuenta las secuelas del espionaje de aquella época. Un relato entretenido que va de más a menos pero bien desarrollado pues se renueva con giros sorprendentes pero coherentes que, como siempre en la industria cinematográfica estadounidense, abandona lo más interesante que tiene por ofrecer simple entretemiento patriotero. Así, las tensiones psicológicas de los protagonistas, que la habrían aportado profundidad y emoción, acaban siendo orilladas a pesar de que la habrían hecho mejor. Por lo demás, el trabajo actoral y del director, al ser competentes pero vulgares, contribuyen a hacer que La sombra de la traición sea una película más de usar y tirar en vez de la modesta joya que podría haber sido.
Por tanto una película entretenida que, como se deshace de todo aquello que lo podría hacer interesante y emocionante, es sólo apropiada para verla en la tele en una tarde dominguera. Una pena la falta de ambición y su conservadurismo.
Valoración: 5.