Los chicos duros del cine han vuelto para deleitarnos con sus músculos en la segunda parte de la cinta de acción que causó furor en el 2010. Repiten Sylvester Stallone (Rocky, Demolition Man), Jason Statham (Safe, The Mechanic), Dolph Lundgren (Soldado Universal), Terry Crews (Terminator Salvation), Randy Couture (El Rey Escorpión 2) y Jet Li (Danny The Dog), y se suman Liam Hemsworth (The last song), Yu Nan (Speed Racer) y Jean Claude Van Damme. Además Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y Chuck Norris acompañan al elenco puntualmente haciendo del cameo un gag en si mismo.
En la que nos ocupa, los mercenarios son contratados para realizar una misión en apariencia fácil y lucrativa. Antes de lograrlo las cosas se tuercen y se ven envueltos en una nueva misión, pero esta vez buscando venganza.
La dirección corre a cargo de Simon West, habitual del cine de acción (Lara Croft:Tomb Raider, Con Air, The Mechanic) y del thriller (Cuando un Extraño Llama, La Hija del General), que compone una de género con relativa sencillez pero sin sobresaltos desagradables.
Vuelve a resultar impresionante ver a todos estos tipos en reunión repartiendo estopa a diestro y siniestro, y además siendo mucho más interesante que en la anterior. Las coreografiadas secuencias de patadas, puñetazos, disparos y cuchilladas, acompañadas de litros de sangre, no hacen más que exagerar la violencia otorgando un tono cómico, a su vez complementado con muletillas y chistes malos. Exceptuando a Stallone y a Statham, los personajes carecen de interés argumental, y a pesar de que la historia es entretenida y todos son necesarios para la puesta en acción, no deja de ser una sucesión de peleas, a veces demasiado prolongadas en el tiempo, que resultan repetitivas. Pero es curioso como incluso con tanta objeción la película cumple.
Statham tiene carisma, y Stallone trayectoria, así que es lógico que sean las estrellas que más brillen. Pero el segundo está mayor, demasiado, y de vez en cuando cuesta creer lo que los ojos están viendo. Por otro lado, el villano se sale de lo común, digamos que no estamos acostumbrados a verle en dicha tesitura, pero no digo más para no destripar. El punto femenino lo aporta una dulce oriental que hará de paño de lágrimas del protagonista y a la par demostrará que las mujeres también son duras de pelar.
En el film hay tiempo para reírse, para fliparse, para aburrirse y para rememorar (incluye homenajes), pero sobre todo para disfrutar de una cinta a medio camino entra la acción de calidad y la serie B. Si te gusta alguno de los dos, o ambos, ésta será la elección perfecta para el fin de semana.
Le doy un 6 y recalco que me sorprendió favorablemente.