TÍTULO ORIGINAL: Spy Game. AÑO: 2011. DURACIÓN: 115 minutos. NACIONALIDAD: Estados Unidos. PRODUCTORA: Universal Pictures / Beacon Pictures. DIRECTOR: Tony Scott. GUIÓN: Michael Frost y David Arata sobre la novela de Michael Frost. FOTOGRAFÍA: Dan Mindel. MÚSICA: Harry Gregson-Williams. INTÉRPRETES: Robert Redford, Brad Pitt, Catherine McCormac, Stephen Dillan, Larry Briggman, Charlotte Rampling, Marianne Jean-Baptiste.
No estaría de más señalar que el nombre de Tony Scott ha estado ligado hasta su muerte al cine de acción más espectacular, hiperbólico y personal de las últimas décadas y que el realizador británico se esforzó en imprimirle a cada una de sus películas un toque muy suyo. Bien fuera realizando películas que llegaban guionizadas por nombres que hoy en día son de una relevancia tremenda (véase el caso del libreto de Quentin Tarantino para "Amor a Quemarropa") pero, sobre todo, a raíz de la formación de su productora Scott Free, dirigida junto a su hermano Ridley Scott.
Realizador de anuncios en sus comienzos y ayudante de su hermano, algunas de sus características más afines al videoclip están presentes desde su debút en "El Ansia" (The Hunger, 1983), aunque el éxito le llegaría con "Top Gun" (1986), proyecto interpretado por un jovencísimo Tom Cruise. Es a partir de "Fanático" (The Fan, 1996), interpretada por Robert De Niro y Wesley Snipes, cuando los detalles más hiperbólicos de sus cintas comienzan a tomar verdadera forma y alcanzarán las cotas más altas en películas como "El Fuego de la Venganza" (Man on Fire, 2004), interpretada por su actor fetiche Denzel Washington o "Domino" (2004), con Keira Knightley.
Política, enfrentamientos y redención son los ingredientes que se mezclan en "Spy Game" (2001), una correctísima, entretenida y emocionante película de espías para la que Scott se rodea de dos pesos pesados como son Robert Redford y Brad Pitt. Operaciones secretas de la CIA, un agente en contra de una comisión para dar matarile a un agente y la necesidad de redención, de tapar las malas acciones con buenos actos.
La película comienza con la detención en Hong Kong de Tom Bishop (Brad Pitt). Acusado de espionaje, la CIA recibe la información de que será ejecutado en 24 horas. El agente Nathan Miur (Robert Redford), el hombre que lo reclutó y entrenó, el mismo día de jubilarse, es requerido por la plana mayor de la CIA para informar sobre Bishop, para el que tienen un plan muy distinto al que Miur piensa.
Al igual que ocurría en su película "El Fuego de la Venganza" (Man on Fire, 2004) o en ''Asalto al Tren Pelham 123'' (The Taking of Pelham 123, 2009), en ''Spy Game'' encontramos un personaje que busca redención. Una mala acción que comete en el pasado y que está dispuesto a arreglar a toda costa. Del mismo modo, también tenemos dos personajes hermanados, cuya catadura moral es discutible, ya que en el fondo son un par de asesinos, y que terminan enfrentados.
En ''Spy Game'', Scott también se nos muestra comedido, salvo en los tramos de acción, a los que les imprime su sello personal, sobre todo en los zooms o en los planos más enrevesados. Es normal si tenemos en cuenta que es una película que comienza con un rescate (con el signo distintivo de Scott) y que, posteriormente, se desarrolla en gran parte dentro de una sala de reuniones. Después, articulada conforme a unos flashbacks del personaje de Robert Redford (con ese cambio de fotografía), es cuando más se nota la mano de Scott. Lo que si es cierto es, que si bien la película es un producto previsible dentro del género, termina siendo una cinta bastante notable dentro de la filmografía del británico.