Tenía ganas de leer Atomic Robo, que venía precedido de excelentes críticas y que llevaba unos meses publicados, en concreto desde el último Salón del Cómic de Barcelona. Y el pasado verano, ¡qué pronto se acaban las vacaciones!, llegó el momento de leer el primer tomo. El momento elegido, con todo el tiempo del mundo y la tranquilidad necesaria para leer, parecía el ingrediente perfecto para acompañar a la obra de Scott Wegener y Brian Clevinger.
El problema fue que la historia era normalita, con muchos guiños y tópicos que pueden sobresalir entre la mediocridad que muchas veces nos acompañan, pero que dista mucho de ser una obra excelente.
Antes de continuar, para aquellos que quieran leer una historia del personaje, aquí un enlace (en español).
El primer tomo que publica Norma, nos recoge la serie limitada que dió a conocer al personaje. Atomic Robo, para el que no lo sepa, es creación de Nikola Tesla, contemporáneo de Edison y que en el cómic sale mucho mejor parado de lo que le ocurrió en la realidad. Por cierto, aquí tenéis a Robo:
Aunque es comparado con Hellboy, creo que es desacertado, porque aunque los dos tocan el tema sobrenatural, para Atomic Robo es una parte de su historia, mientras que el personaje de Mignola tiene su razón de ser en él. Podíamos compararlo con el tono de los guiones, donde el humor irónico siempre está presente, o con la sensación de que el resto de personajes que les rodean tienden a ser científicos algo frikis, pero poco mas.
Dicen las críticas que así deberían de ser los cómics de aventuras. Posiblemente lleven razón, pero no me llega a convencer del todo como para hacerme con el segundo tomo. Quizás las expectativas eran altas y encontramos un guión simple y poco desarrollado, muy ligero y muy del estilo “aventurero” hollywood, donde tenemos hasta cameos de personajes del mundo científico como Carl Sagan o Hawking. Pero no veo la razón por la que gastar los mas de quince euros que marca.
Será una sensación mía, pero veo mucha pobreza en los fondos, uso de pocas viñetas en cada página y donde lo único que se salva es el personaje principal, muy bien caracterizado. Que nos llenen el guión de “retrocontinuidad” para explicarnos la historia del personaje es tan típico, que no llama la antención. Hay mucho ruido para lo que finalmente muestra, una aventura muy típica que hemos visto muchas veces.
Tengo la sensación de que puede ser el “efecto gaseosa” de lo publicado en España este año; Muchas ganas de tenerlo, suspicacia tras el primer tomo y, a partir de ahí, la sensación de que llenará tu estantería y lo olvidarás pronto.