Reseñas flash de cine: Zootrópolis y Deadpool

Zootropolis (Zootopía en latinoamérica y USA) es una película para todos los públicos y con guiños para los adultos: homenajes a El Padrino y Breaking bad incluidos. Sí, no es broma. Incluso hay un chascarrillo sobre uno de los grandes filones de oro de la factoría Disney: Frozen.La premisa es interesante y los protagonistas nos arrancan más de una risa. Ha habido momentos en los que me he reído sin parar (ya veréis cuando conozcáis a Flash). Ha sido como ver un buen thriller de acción, aventuras y suspense, pero protagonizada por animales que viven como humanos.Desde Inside Out (Del revés en España) no veía otra cinta de animación con tanta calidad a todos los niveles, tanto visual como de guion, con giros inesperados incluidos.La protagonista es una conejita que quiere ir a la gran ciudad a cumplir su sueño: ser policía. Tiene muchas cosas en contra, pero algo a favor: su tesón. Uno de los mensajes de Zootrópolis es que si queremos que el mundo cambie, debemos empezar a hacerlo nosotros, a esforzarnos día a día. También habla de que no todo es lo que parece, que no podemos dejarnos guiar por prejuicios adquiridos.Huelga decir que visualmente está muy lograda y la música también es muy pegadiza.De verdad os digo que vale mucho la pena esta película. Va directa a mi wishlist de BD.
Lo mejor: el ritmo, el mundo creado y Flash.Lo peor: nada.


Deadpool es el puto amo, como reza uno de los carteles promocionales. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una película de Marvel. Todas son entretenidas, cumplen su cometido, pero esta es, además, irreverente y desternillante; se desmarca totalmente de otras adaptaciones del estudio. Acción y un humor realmente loco se dan la mano desde el primer minuto (incluyendo los créditos de inicio, muy locos) y no faltan chascarrillo ni chistes que, en la línea de Los Simpson con Fox, haga Deadpool sobre el estudio o la franquicia, lo que nos hace partícipes de la historia cuando con mucho humor se dirige a nosotros, los espectadores. El ritmo de la película es perfecto, es el protagonista quien nos lleva adelante y atrás en su historia para que conozcamos cómo llegó a ser el guasón psicópata bajo el traje rojo, todo con una perfectamente seleccionada banda sonora de fondo. Los secundarios están bien escogidos, dos x-men a lo que no había visto, una anciana con malas pulgas y un barman sin pelos en la lengua. Hay tópicos, sí, pero los justos para sostener la trama en la que Ryan Reynolds brilla con luz propia. Es como si el papel lo hubieran escrito para él y, por fin, se redime por Green Lantern (que no vi, pero fue vapuleada por la crítica). Tampoco el actor se libra de las bromas de su personaje, pocos se salvan. El cine se llenaba de risas y estas no terminaron hasta que la sala se vació. Recomendación: quedaros sentados, hay escena postcréditos.
Lo mejor: el humor, los efectos, la música y, sobre todo, ese grandísimo Deadpool.Lo peor: nada.