Preciosista y coqueto, dos adjetivos que pocas veces se utilizan en el mundo del cómic. Pero es que Mouse Guard, la personalísima obra de David Petersen, nos sumerge en un universo mágico, casi de niñez.
Ya el formato, muy de cuento para leer, nos hace sumergirnos en una de esas lecturas casi mágicas, donde conoceremos la existencia de una sociedad/civilización formada por ratones. A través de una guardia muy especial que da título al álbum, exploraremos un mundo medieval inesperado y épico, donde Petersen juega con la imaginario infantil, en el que existen animales parlantes, ciudades bajo tierra o en lo mas impenetrable del bosque pobladas por animales.
Cierto es que la historia no deja de ser típica de no ser por los protagonistas, pero el envoltorio de dibujo y diálogos que uno olvida por un momento la realidad que le rodea para sumergirse en el universo de Petersen. Duelos de espada, conspiraciones, invasiones, traiciones, muerte y héroes conjugan un cóctel casi insuperable. Mouse Guard está planteado para disfrutarlo. El argumento avanza con una estructura de pequeños capítulos donde desarrolla la historia. Con un dibujo mas cercano a la ilustración que a arte secuencial, Petersen demuestra su talento.
Mouse Guard: Otoño 1152, es un cómic para regalar y que te regalen. Es de esos cómics que nunca comprarías por su precio o porque sabes que tienes siempre otros cómics en mente con mas prioridad, pero todo cambia si lo recibes. En ese caso, no te defraudará.