Se acabó la Guerra de Reyes, el evento galáctico que siguió a las Aniquilaciones. Después de la tempestad, viene la calma, esta vez en forma de especiales dedicados a colocar las piezas en el tablero para la próxima confrontación galáctica. Tras los especiales sobre los Inhumanos y la Guardia Imperial, le toca el turno a un jugador recién llegado: El hijo de Hulk. Pero no el que todos vemos en las páginas del Gigante Esmeralda, sino el debilucho en apariencia: Hilo-Kala. Él, poseedor de la Antiguafuerza, continúa erre que erre buscando la forma de vencer a Galactus.
¿Y dónde mejor que encontrarla que en el Microverso?; Si el mismo de Arturus Rann y la Princesa Marionette, de los Micronautas. ¿Por qué los nombramos?; ¡Sigue leyendo!
Hilo-Kala, ahí donde le veis, es todo un maquiavelo. Está dispuesto a sacrificar a unos pocos para conseguir llevar a cabo su venganza. “El fin justifica los medios” es su lema. Y en esta miniserie post- Guerra de Reyes, lo lleva como emblema. Con la inestimable ayuda de la antiguafuerza, veremos como su viaje al Microverso, aprovecho para recomendar “Hulk: Holocausto dentro de un Átomo”, rememorando el que hizo su padre años antes, le sirve a Marvel para recuperar a dos de los personajes de uno de los grupos que mas cariño tengo desde pequeño: Los Micronautas. Los problemas legales sobre los derechos de los personajes del grupo, han hecho que desaparecieran del Cosmos Marvelita. Por suerte, o desgracia vayan ustedes a saber, vemos de nuevo un remedo del grupo en El Hijo de Hulk.Volviendo a la miniserie, Hilo-Kala se ve transportado hasta el mismo planeta de su padre Hulk dentro del microverso. Y también vemos a aquel enemigo con cara de mosca y pocos amigos. Y hay una chica verde, pero no es Jarella (como debe ser). El caso es que Scott Reed en el guión y Miguel Munera en el apartado gráfico, nos llevan en volandas hasta el planeta K’Ai (menudo nombrecito) donde veremos el poder de Hilo-Kala, su determinación y su falta de sentimientos (con escena trágica incluida a sus manos).
La verdad es que Reino de Reyes me está sorprendiendo; Su ritmo, comparado con el endiablado de los anteriores eventos cósmicos, no hacen mas que hacerme pensar que el cosmos marvelita es grande y con mucho que ofrecer. La miniserie centrada en El Hijo de Hulk, es tan solo una pieza mas.Cierto que poco o nada tiene que ofrecer al lector que no siga esta mirada a las estrellas que Marvel comenzó hace relativamente poco tiempo, pero si sigues de forma habitual lo ocurrido desde Aniquilación:Conquista, parece que no está de mas comprar el tomo. Con un dibujo correcto, sin espectáculo y al que posiblemente le falte “chicha” para enganchar, la historia nos traslada al planeta de K’Ai, donde Hilo-Kala llegar por el desgarro en el espacio fruto del enfrentamiento entre Rayo Negro y Vulcano. La brecha conecta universos, y nada mejor que hacer tiene nuestro protagonista que repetir viaje de papá. Scott Reed nos muestra un cómic con un fondo duro y cruel, pero que no consigue enamorar. Aún así, sigo pensando que puede aguantar una segunda lectura sin problemas, encontrando mas puntos a favor que en contra para su compra. La recuperación de Arturus Rann y la Princesa Marionette casi se antoja lo mas importante del cómic, así como la determinación de Hilo-Kala, que no cederá un ápice aún a costa de exterminar a todo aquel que se le cruce.
VALORACIÓN:6
Difícil no comprarlo si sigues los eventos cósmicos marvelitas, porque es otra pieza mas del tablero.
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