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Reseñas. Todo 36-39 Malos Tiempos, de Carlos Gimenez

Publicado el 29 enero 2011 por Juancarbar

Reseñas. Todo 36-39 Malos Tiempos, de Carlos GimenezTítulo: Todo 36-39 Malos Tiempos
P.V.P.:14.95€

Malos tiempos, Carlos Giménez deja de lado a los héroes y los generales, a los caudillos y a los políticos, para centrarse en la vida cotidiana de las gentes, las pobres gentes, que en las ciudades y los campos de España sufrían el miedo a la muerte al amanecer, mientras que en Madrid, como en tantos otros lugares, el hambre y el frío, la falta de medicinas y de ropa, y los bombardeos se cobraban su cuota de vidas y destrucción.

Editorial: DeBolsillo

Colección: 36-39 Malos Tiempos

Autor: Carlos Giménez

Random House, a través de su sello DeBolsillo, publica el integral Todo 36-39: Malos Tiempos, obra de Carlos Gimenez, autor de, entre otras obras maestra, Paracuellos.

No es fácil leer Malos Tiempos. Hay que tragar saliva y pensar que, lo que uno va a encontrar en sus páginas es duro, muy duro. Y, aún así, imposible no leerlo. Carlos Giménez escribe para todos aquellos que no conocieron qué aconteció en aquel final de los años treinta. Los que vivieron en sus carnes la barbarie, difícilmente podrán olvidarlo.

Reseñas. Todo 36-39 Malos Tiempos, de Carlos Gimenez
He conocido a supervivientes de los campos de la muerte nazis. Muchos de ellos, callaron durante mucho tiempo. La guerra civil española, también fue un genocidio. Porque las matanzas indiscriminadas en uno u otro bando (resuenan historias en mi mente que uno de mis abuelos nos contaba. Mi otro abuelo, nunca nos contó nada, no quería que supiéramos), buscaban venganza y una suerte de limpieza “étnica” por ideología. Un episodio tan oscuro, tan plagado de maldad que, no es de extrañar, que las buenas gentes que tuvieron que lidiar con aquella época y la posterior dictadura, decidieran en muchos casos pasar página.

Escucho las palabras de mi abuela, a la que todavía se le ponían los pelos de punta cuando hablaba de “los moros que acompañaban a franco”, o la historia en la que buscaban a un hombre y, como no lo encontraban, terminaron por llevarse a su hermano. O la chica que suplicó por su vida a un guardia civil quien, después de asesinarla, se suicidó. También recuerdo las conversaciones recordando el hambre que pasaron algunas familias y la facilidad con la que mi abuelo decía: “yo disparaba pero no miraba, no quería saber si había matado a alguien”. Por cierto, mis dos abuelos lucharon en el “bando nacional” porque, como muchos otros, estaban en la zona franquista. Nunca tuvieron ningún interés por la política. Solo querían una cosa: Sobrevivir y

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regresar a su vida. Y todo ésto, ¿A qué viene?;

36-39 Malos Tiempos, habla de lo mismo, puesto en escena con otros personajes, pero con aquello que muchos hemos escuchado de boca de algún familiar o amigo. Dividido en cuatro escenas, iremos siendo testigos del comienzo de la guerra a través de los ojos inocentes de un niño, y su padre Marcelino, encargado de una fábrica de fajas y entregado al socialismo. El escenario elegido, no puede ser mas impactante: Madrid. La batalla por la capital de España, además de cruenta y salvaje, marcó el final de la guerra. Con el “no pasarán”, quedaron marcadas generaciones posteriores.

Carlos Gimenez, además de ser un “peazo” dibujante, consigue inteligentemente introducir la guera y el sitio de Madrid, en la rutina de los protagonistas. No seremos testigos de los combates, sino que los padeceremos. Se nos encogerá el corazón al ver la injusticia o la pérdida de la inocencia. Veremos como se pasa de vivir, a malvivir y, por último, sobrevivir. Como un cancer, iremos como la maldita guerra y sus consecuencias, se extienden al cuerpo y mente de cada uno de los personajes con los que nos encontramos. Asumiremos la muerte, el hambre, los “padecimientos” y, sobre todo, asumiremos que hubo vencedores y vencidos y perdió la democracia y los ideales. Si, es una obra parcial y desde el punto de vista del perdedor, pero la realidad es que, aunque algunos no se dieran cuenta, todos perdieron.

De las cuatro partes, me quedo con la primera y la última. Recomiendo, una vez leída la obra. Leer simultáneamente las dos partes. El antes y después es sobrecogedor.

VALORACIÓN: 9



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