Reseñas: Un Dios entre nosotros

Será porque tenía grandes esperanzas puestas en Un Dios entre nosotros, pero termino el tomo, obra de John Arcudi y Peter Snejberg, con la sensación de que no he llegado a sentirme del todo inmerso en su lectura, aunque no por ello podemos no recomendarlo. En mi caso, será las ganas de probar el cómic, lo que hizo que no cumpliera todo lo que esperaba.

De nuevo, el eterno dilema de la persona con una vida corriente que recibe poderes extraordinarios. Si ayer hablábamos de Irredeemable y la perversión del superhéroe hasta convertirse en villano, Un Dios entre nosotros, nos muestra como el poder termina corrompiendo.

Un Dios entre Nosotros, nos habla de Eric Forster quien en una noche extraordinaria y trágica, recibe extraordinarios poderes, de forma que termina por convertirse en un ser que trasciende lo humano. Para narrar lo que le está ocurriendo y quien es quien en el cómic, tendremos como coprotagonistas al mejor amigo de Eric, Sam y a su hermano  Hugh y la mujer de éste, Alma. El cuarteto parece vivir una espléndida amistad, con algún clarooscuro, pero todo da un giro inesperado cuando Eric obtiene los poderes, los “dones” que Dios le ha concedido. A partir de ese momento, todo cambia.

La realidad es que, se disfruta del dibujo de Snejberg y de la historia. Pero no termina de cerrarme del todo. Es lo suficientemente buena como para leerla de un tirón, pero tengo la sensación de que podía haber dado mucho mas. Puede ser que tenga tal densidad de datos, flashbacks, conversaciones filosóficas, relaciones personales…que no caben todas en el mismo saco. Termina Arcudi por decidirse en el personaje que acompaña a Eric, Sam, y casi en la última parte es el amigo quien soporta la historia.

Como en Perdidos, el fin no es narrar como obtiene los poderes y quien o que los concede, sino el camino desde la mortalidad hasta convertirse en un Dios, nihilista en sus comportamientos y alejado de quienes fueron familia y amigos.

A lo largo del tomo, iremos viendo como pasa de ser el deudor de “un gran poder conlleva…” a conseguir decir lo que piensa y actuar como le viene en gana. Se inicia entonces un proceso autodestructivo, de alejamiento del que no encuentra acomodo en ningún lugar. Arcudi sigue la senda del que se exilia voluntariamente, mostrando como se aleja de su hermano de forma trágica.

Termina el cómic convirtiéndose en un retrato del humano sobrepasado, del Prometeo que se convierte en un monstruo. Eric pasa por la etapa del “iluminado” que cree que el poder es una bendición, hasta el del nombrado Prometeo.

Una excelente compra, aunque con algún pequeño reparo.