Wayne Rooney ya está de vacaciones con su familia. Nada extraño, teniendo en cuenta el fracaso de Inglaterra en el Mundial. Lo malo es que ha llegado hasta las fauces de los tabloides la noticia de que el delantero del United reservó su viaje a Barbados sólo dos días antes del crack ante Alemania.
Como es lógico, la conspiranoia ha prendido entre los medios y la afición británica, que han comenzado a especular con el hecho de que el equipo perdiera adrede ante los germanos. La trama, por supuesto, debería incluir a Larrionda, el colegiado que no dio el gol de Lampard. Pero ese pequeño detalle nos arruinaría una bonita historia con la que aún podemos entretenernos unos días.
PD: Vaya ojo tuvo Nike en su anunción de promoción mundialista. Aparte del horrible diseño de sus botas salmón, Ribéry, Rooney y Cristiano han protagonizado sonados fracasos en Sudáfrica. Casi pleno.