Hoy quería traeros una entrada especial, porque más que mía espero que sea vuestra: a partir de vuestros comentarios, como siempre, editaré después el post para organizarlo todo. Pero, ¿y eso?
Como la mayoría sabéis en 2 días seré R1 (¡qué nervios!), y además de los miedos y preocupaciones lógicas que todo residente nuevo tiene, algunas dudas respecto al blog me rondan la cabeza hace semanas. Y como tengo la gran fortuna de pertenecer a esta gran blogosfera sanitaria, ¿quién mejor que vosotros para sacarme de dudas?
El caso es que, evidentemente, no quiero dejar este blog; de hecho, ya en su inicio, os conté que la idea original era centrarse en el período de residencia. Sé que bajará el ritmo, lógicamente, pero creo que podré mantenerme con 1-2 actualizaciones semanales. El problema es que yo tengo un montón de ideas: casos clínicos destacados que haya visto esa semana, lo que aprendo en las sesiones, etc., pero ahí viene mi primera duda: ¿hasta qué punto puedo compartir casos con vosotros? Evidentemente, sé que no puedo proporcionaros datos personales de nadie pero, ¿es ético o lícito hablaros de un caso, y por lo tanto de su diagnóstico? Imagino que no hay problema, y menos si hay consentimiento del paciente (cosa que intentaré hacer siempre que pueda), mientras no sea reconocible, pero de verdad me gustaría saber dónde debería situar el límite, más allá del sentido común. ¿Debo preguntar siempre a los pacientes?, ¿y si el domingo decido hablaros de un caso visto en Urgencias, siendo éste de un paciente al que no le he pedido permiso?, ¿debo pedir siempre permiso?
Otra cosa que me preocupa es el uso que puedo, o debo dar a las redes sociales... Leo a gente a la que admiro, como Emilienko, y veo que comparten con sus pacientes una dirección de correo y su cuenta de Twitter; me parece estupendo pero, ¿qué uso puedo darle, cómo puedo hacer que un paciente se sienta en la confianza de consultarme por estas vías? Y lo que es más, ¿puedo hacerlo como residente?, ¿qué beneficio le aporta al paciente?
La verdad es que defender el uso de estas herramientas (blogs, redes sociales, etc.) choca ahora con la realidad, con lo que es ético, lo que es legal y lo que es útil. Hacer una residencia 2.0 es lo que más me gustaría, y sé que todos podríamos aprender mucho de ello pero, ¿cómo lo hago? De verdad que agradeceré mucho cualquier aportación que podáis hacerme, como lectores, como médicos que utilizan estas herramientas, etc. ¡Gracias!Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)