Un amigo siempre me dice que “un hombre adulto siempre es un chico, lo que cambia es el precio de sus juguetes”. Esto lo digo porque: 1. es una gran verdad y 2. porque esta construcción no es más que la casa del árbol, con poco más de presupuesto.
La Residencia Wilkinson se construyó sobre un terreno bastante accidentado, en un pedazo de naturaleza virgen en Portland (Oregon, USA). Su dueño, un amante de la música, pidió que se respetara la naturaleza y que su casa siga el compás el bosque.
El proyecto estuvo a cargo de Robert Harvey Oshatz, que construyó esta maravilla con estructura en madera, vigas curvadas que parecen seguir al viento y cerramientos en vidrio favoreciendo la comunicación interior/exterior.
¿Don Wilkinson, dejará subir chicas a la casa?
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