Resident Evil 7. Con él, después de algunos intentos fallidos, Capcom finalmente ha conseguido devolver a Resident Evil a sus orígenes. Y por todo lo alto. Desde el cambio radical que supuso Resident Evil 4 para la saga, asistimos a promesas incumplidas de recuperar la esencia del survival horror frente al enfoque más dirigido a la acción que se le daba a la serie canónica. Paralelamente, se desarrolló la serie Revelations (y otras tantas como Chronicles), que si bien emanaba fragancia de los tres primeros títulos de la saga, seguía prestando más atención a la acción que a la exploración, los puzles o la atmósfera hórrida.
Pues bien, haciendo acopio de todo lo hecho hasta la fecha, Koshi Nakanishi y su equipo han creado una joya. Sin duda el mejor Resident Evil que se recuerda desde el primero o el segundo. Si tienes la suerte de que tu novia sea como la mía y que te regalara Playstation VR la cosa ya se va de madre. He pasado un mes jugando con él, así que os voy a transmitir mis pareceres.
Si uno es un fiel seguidor de la saga, como yo, no le costará mucho percibir una total inspiración de Resident Evil 7 en el primer título de la saga. Una mansión en un contexto rural: primer punto. Incluso algunos diseños de escenarios son muy parecidos a los de Resident Evil 1 tanto en su primera versión como en el remake: ¡hasta la localización de algunas habitaciones de baúl! Y si uno se fija en el final, hasta en los helicópteros... Si echabas de menos la sensación de llegar a una habitación con baúl y escuchar esa música que te asegura que estás a salvo, estás de suerte: recibirás un croché de nostalgia directo al mentón. Pero tampoco han desechado la influencia de la serie Revelations y sus barcos y criaturas.
Si bien en Resident Evil 7 tenemos a los Baker como inquilinos de una mansión psicótica, lo que inicialmente nos hace ver una inspiración más en el terror slasher a lo La matanza de Texas que en La noche de los muertos vivientes, a medida que avanzamos descubrimos que el desarrollo es fiel a Resident Evil 1: una mansión que encierra secretos, secretos que se van ampliando, laboratorios...
El guion de Resident Evil 7 cierra un círculo perfecto (literalmente) en cuanto a desarrollo de la acción: acaba donde empieza. También en cuanto a la historia, aunque es cierto que hay algún flashback de Ethan que uno no llega a discernir muy bien si es tal o se trata solo de una alucinación. Pero la historia de los Baker nos arrastra, los personajes poseen un carácter como pocas veces se había visto anteriormente y la perspectiva de Ethan, en busca de su novia desaparecida, es un punto de partida sumamente atractivo. Eveline es otro gol por la escuadra; la amenaza aparentemente inocente que representa se convierte en la piedra angular del juego.
Por encima de gráficos o sonido, que son de una factura sobresaliente (el cambio a los gráficos hiperrealistas ha sido una maravilla), lo que más me ha fascinado es el diseño del juego y de su narrativa. Confieso que en un principio me asustó el cambio a la primera persona, pero ha sido un verdadero acierto, especialmente si lo juegas con Playstation VR. Creedme, no hay ninguna experiencia similar. He visto Guinea Pig, A serbian film y soy una fanático del terror, pero solo jugar a Resident Evil 7 con las gafas me ha hecho gritar como un niño ante un susto.
Aparte de esto, el diseño de Resident Evil 7 es una maravilla por el atrevido planteamiento. Olvidaos de enemigos dispersados o de hordas de zombis. Nada más empezar te enfrentas al primer jefe final, luego al siguiente, después se intercalan los holomorfos, y después otro jefe final... Esta inversión del orden habitual, este caos aparente, es uno de su mayores logros, porque nunca sabes qué es lo que te espera, al menos la primera vez que juegas y todo te resulta tan apabullante como inquietador. A Capcom no le ha hecho falta tirar de zombies, hunters, plantas, tyrants, arañas, tiburones y demás BOW: solo con los Baker y los holomorfos (de los que solo hay tres tipos) le ha sobrado para que la jugada le ha haya salido redonda.
Y vuelve la exploración. Prepárate para mirar todas las esquinas de cada habitación en busca de munición o de plantas o de cualquier otra cosa. Eso sí, los puzles y los enigmas, si bien están muy pensados y resultan originales, no son especialmente difíciles de resolver. No son el piano de Silent Hill, para entendernos, pero enriquecen la narrativa. Del mismo modo, las cintas de vídeo son una guinda espectacular a la narrativa: no solo hacen progresar la partida, sino que debemos jugarlas y nos desvela parte de la historia. Chapó.
En fin, hasta los créditos finales destilan arte en Resident Evil 7. Una obra maestra que ningún gamer puede dejar pasar. Y un consejo, digan lo que os digan, en Playstation VR es más excelente aún, sobre todo si posees una Playstation Pro. Koshi Nakanishi, como en su momento hizo Shinji Mikami, ha iniciado una nueva era para los survival horror. Si quieres sentir miedo, olvídate del cine y la literatura: juega Resident Evil 7.