Revista Ciencia

Residuos de construcción y demolición

Publicado el 22 noviembre 2012 por Luissantalla

RCD: Residuos de construcción y demolición-

Los residuos han formado parte de la cultura de la obra desde que se introducían en los muros como relleno, y a lo largo del tiempo se han utilizado partes y materiales de unos edificios en la construcción de otros. En este momento y desde la óptica urbana, es necesario plantear un ordenamiento en la gestión de estos residuos fuera de las obras, sobre todo en la etapa de disposición final.

Residuos de construcción y demolición

Clasificación según su origen:

  • Residuos inertes“Residuos no peligrosos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. Los residuos inertes no son solubles ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente ni de ninguna otra manera, ni son biodegradables…..” (Vidrios, hormigón, ladrillos, tejas, cerámicos, tierra y piedras)
  • Residuos no peligrosos: No son tóxicos en sí mismos, pero pueden sufrir reacciones en las que se produzcan sustancias tóxicas. (Madera, plásticos, textiles, yeso, metales)
  • Residuos peligrosos: Los que presenten carcterísticas de peligrosidad de acuerdo a la legislación. (Pinturas y sus envases, amianto, plomo)

Se efectúa en primer luagr una somera revisión de las posibilidades genéricas de aprovechamiento de los RCD o sus fracciones para posteriormente entrar a considerar las limitaciones y obstáculos con los que habitualmente se encuentran las actividades de recuperación, reutilización y reciclado.

Clasificación según su capacidad de reutilización:

  • Materiales reutilizables, constituidos fundamentalmente por piezas de acero estructural, elementos de maderas de calidad y/o recuperados en buen estado, piezas de fábricas (ladrillo, bloque, mampostería), tejas (cerámicas y de pizarra) y tierras de excavación. En ciertos casos, la mezcla de residuos de demolición no seleccionados pero libres de “impurezas” puede ser directamente utilizada como material de relleno, subbases de carreteras o pavimento en vías temporales de tránsito de vertederos.
  • Materiales reciclables, constituidos fundamentalmente por metales (férreos y no férreos), plásticos y vidrio. Estas fracciones, en la medida que pueden recuperarse libres de impurezas, son susceptibles de incoporarse al mercado del reciclado para dar lugar lugar a los mismos o similares productos que originaron el residuo.
  • Materiales destinados a la fabricación de productos secundarios, aparte de los metales, plásticos y vidrio que, además de reciclarse se pueden destinar a este fin, son fundamentalmente los materiales pétreos, cerámicos (ladrillos), hormigón y pavimentos bituminosos los que pueden dedicarse a la fabricación de productos secundarios.

Residuos de construcción y demolición

La investigación en este terreno se encuentra en continua evolución. de forma genérica, la principal aplicación de estos productos es la producción de áridos que a su vez pueden ser destinados a fabricar hormigón o servir directamente como bases en obras de carreteras. Una condición habitualmente requerida para la producción de áridos a partir de RCD es que éstos se encuentren libres de cantidades significativas de acero (estructural o de armaduras), madera, vidrio, plásticos, cal, yeso, tec., lo cual obliga bien a proceder a una demolición selectiva, bien a separar las fracciones indeseables de forma previa a la producción de áridos.

Si bien es difícil evaluar la proporción de los materiales contenidos en los RCD que realmente se aprovecha, cabe estimar que la práctica totalidad de los metales no férreos (especialmente cobre, plomo, zinc y aluminio) son recuperados para su reutilización o reciclado. En cuanto a los metales férreos (particularmente el acero), sólo las piezas fácilmente accesibles se recuperan, siendo todavía poco significativa la tasa de recuperación de acero del hormigón armado.

En cuanto a la madera, hecha la excepción de piezas valiosas y/o bien conservadas, los porcentajes de recuperación varían entre 0 y 50% de unas zonas a otras, pudiendo adoptarse una estimación media del 20% como cifra orientativa. Para el resto de las fracciones, los porcentajes de recuperación varían ampliamente en función de las áreas geográficas, las políticas y normativas existentes y la situación de los mercados. A título orientativo, la tabla 4 muestra los porcentajes de RCD recuperados del total de los producidos en varios países.


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