Revista Diario

Resignada a los excesos

Por Mamareciente

Me he resignado y estoy empezando a claudicar. En casa hacemos lo que nosotros queremos, pero sobre los demás no puedo gobernar, así que me rindo. Estoy hablando de los regalos en Navidad.

Como en tantas otras cosas al tener niños te tienes que tragar con ayuda de un Zantac tus palabras y pensamientos de tu etapa pre-mamá.  Los niños no saben valorar las cosas, no hay que hacerles tantos regalos, es una barbaridad, sólo piensan en desenvolver el siguiente paquete y ver lo que hay, no valoran nada…

Sigo pensando que es cierto, que no es lo mejor. Pero creo que he dejado de planteármelo como una preocupación de verdad. El padre de las criaturas dice que está bien así, que bastantes cosas malas hay en la vida como para amargárnosla por propio gusto. Y que por otro lado no reciben juguetes salvo en navidades y cumpleaños.

Mi razonamiento es diferente: estoy llegando a la conclusión de que no voy a educar a mis hijos en Navidad. Al menos no sólo en Navidad. Lo importante es lo que les enseñamos durante todo el año, en el día a día.Si les educamos como creemos mejor durantes los restantes 364 días del año, Navidad o Reyes es la excepción y no puede ser tan malo.

Así que en Navidad que disfruten de sus regalos, afortunados que son de tener abuelos y tíos que les quieren y les escriben cartas a los Reyes para ellos.

Y que coman lo que quieran y se cojan algún empacho. Me da igual que mi padre diga que el niño ha comido fatal. Hoy no me voy a poner en plan sargento, vamos a darnos una tregua en las rutinas que tampoco tiene que ser tan malo de vez en cuando. O al menos voy a intentarlo.

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