El significado de resiliencia para muchas personas aún al día de hoy les será completamente desconocido. No es de extrañar, pues es una palabra altamente compleja de comprender.
Si os dijéramos el refrán castellano " no hay mal que por bien no venga ", probablemente todo el mundo sabría decirnos qué quiere decir esta frase. Pero una cosa es decir que ha entiendo la frase y lo que quiere decir, y otra muy distinta es haber pasado por una adversidad y más tarde, esa misma adversidad terminar convirtiéndote en mejor a ti mismo. Terminar comprendiendo que de una adversidad, sales mejor de como entraste a pesar de las expectativas iniciales. Lo veremos con calma.
El bienestar se consigue con la ausencia de malestar
La resiliencia es importante porque es la capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecido e incluso transformado. Todos nos enfrentamos con adversidades; nadie está exento. Las adversidades pueden suceder fuera del círculo familiar, como robos, guerra, incendios, terremotos, inundaciones, accidentes automovilísticos, pérdida del trabajo, homicidios y hambre. Las adversidades pueden suceder también dentro del círculo familiar, como muerte, divorcio o separación, enfermedad, pobreza, mudanza, malos tratos, abuso sexual, falta de vivienda y homicidio.
Como hay diferentes significados para resiliencia de diversos estudios1, he querido recoger la siguiente definición que me parece la resume muy bien, pero la veremos ampliada un poco más adelante. la resiliencia es la capacidad de superar la adversidad.
El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik divulgó este concepto que extrajo de los escritos de John Bowlby. Es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ejemplo un arco que se dobla para lanzar una flecha, o los juncos bajo la fuerza del viento. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por estos. Actualmente, la resiliencia se aborda desde la psicología positiva, la cual se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos, y no en sus debilidades y patologías, como lo hace la psicología tradicional. El concepto de resiliencia se corresponde aproximadamente con el término "entereza". Es superar algo y salir fortalecido y mejor que antes.2
De entre todas he querido elegir esta definición para resiliencia por que, en mi opinión, si una persona tras un proceso de resiliencia no sale fortalecido y transformado de cómo era antes de comenzar aquello que le llevó a realizar el proceso de resiliencia, es que no lo ha realizado. Habrá hecho otros procesos, por ejemplo, habrá realizado un proceso de recuperación, de mejora, un proceso de cambio. E incluso a podido vivir un proceso de adversidad y salir reforzado de la misma, pero eso no es un proceso de resiliencia.
Quizá se haya recuperado y retornado a su estado anterior. Como el arco que cita el Dr. Cyrulnik. Donde, supuestamente ya no hay sufrimiento. Quizá haya salido fortalecido, (dependerá de los casos), pero si no ha aprendido, si no hay transformación, presumiblemente se volverá a cruzar con una situación muy similar a la que le llevó a la adversidad inicial. Es muy probable que se repita, en las mismas condiciones que en la anterior vez. Incluso, que si no ha realizado el proceso de resiliencia, las adversidades que se dieron en un principio se camuflen en diferentes circunstancias y entornos muy dispares. Si no se ha realizado el proceso de resiliencia, aprehendido y comprendido al enemigo, lo más probable, es que vuelva a enfrentarlo.
No debemos confundir recuperarse o volver al estado de no sufrimiento o anterior a la adversidad, que con un proceso de resiliencia
Y es que, no es lo mismo curar que recuperarse de una enfermedad. Recuperarse de una dolencia es establecer algo al estado al que antes tenía. Y esto, en algunas enfermedades o adversidades sólo sirve para paliar temporalmente el malestar o sufrimiento, ya que quizá sólo este malestar sea un síntoma más de algo mucho más amplio. Si no se adentra en el proceso de resiliencia nunca se podrá ni entender ni detener el origen de la adversidad.
Si realmente quieres hacer un proceso de resiliencia no cejes en el intento. Todo depende de ti. Es más probable que renuncies antes de terminar porque, sencillamente es mucho más fácil, inicialmente, pero en el fondo nunca sabrás lo que estás dejando de ganar. Es algo que nadie puede decirte con certeza qué camino has de seguir. Solamente hay personas que pueden orientarte en el proceso y apoyarte en los momentos duros, porque los habrá. Pero esto es como un enorme árbol; sus raíces y su tronco tardarán en crecer, pero cuando está listo, sus frutos son dulces y nuevamente florecerán. Ya nunca serás la misma persona. Habrás evolucionado tras el proceso de resiliencia.
Es cierto que todas las personas poseemos la capacidad universal de llevar a cabo un proceso resiliente. Pero no todas lo completarán
Si bien es cierto que muy probablemente nadie comience un proceso de resiliencia por puro gusto. Al tiempo, cuando empiezas a familiarizarte con ello, y reconoces que ese proceso puede llevarte hacia algún lugar (dentro de tí) desconocido y que, de algún modo, ya estás motivado a indagarlo, te encuentras cómodo y continúas por conocerte más y mejor. También es cierto que, a medida que te conoces más, también conoces más a los demás, pues a fin de cuentas no somos más que gotas de agua en un mar.
¿Como saber si te encuentras en un proceso de resiliencia?
En ocasiones, cuando nos sucede alguna adversidad, normalmente solemos tener nuestras propias herramientas para ayudarnos. No estoy hablando de casos inesperados de muertes trágicas ni por supuesto, casos violentos infringidos hacia nuestra persona o hacia nuestros seres queridos. Sin embargo, en muchas de estas ocasiones, a penas nos brindamos el tiempo necesario para repasarlos detenidamente y adentrarnos en ellos. Estos casos, los que, presumiblemente son inocuos, o los pasamos por encima, son los que van dejando posos al no tratarlos debidamente.
Los casos más graves, violentos o trágicamente inesperados, son los que solemos tratar con detenimiento. Acudimos al psicólogo, psiquiatra, a algún centro o terapeuta adecuado para que nos ayude en el proceso y poder continuar con nuestra vida. Sin embargo, hasta en estos procesos podemos ser reacios a dilatarlos, ya que, lo que pretendemos lógicamente, es estar bien cuanto antes. Pero es ahí, donde erramos al auto-diagnosticarnos de "bienestar", ya que, el bienestar no se persigue, no se ansía, no se lucha por encontrarlo. El bienestar se consigue con la ausencia de malestar.
A veces podemos encontrarnos en un proceso de resiliencia sin saberlo. Has tenido una adversidad y al cabo del tiempo sientes que tienes reacciones que antes no tenías. Estás confuso/a, has cambiado comportamientos, sientes cosas que antes no sentías, o de diferente manera, te cuestan hacer tareas y actividades que antes hacías, estás cambiando costumbres e incluso amistades y formas de pensar o sientes dicotomías. Puedes encontrarte en un proceso de resiliencia, pero antes de lanzarte y auto-analizarte, déjate ayudar por un profesional, el podrá ayudarte en el proceso de resiliencia si es que has de hacerlo.
¿Como se hace un proceso de resiliencia?No hay un modelo a seguir ni unas pautas, pero si te interesa, si lo necesitas, puedes empezar por ponerte en contacto con un profesional o un grupo de apoyo mutuo, en aquello que consideres que deberías comenzar.
Lee. leer no va de más, y el conocimiento te hará errar menos. Pero nunca lo hagas por tu cuenta y riesgo, esto sí es arriesgado. Si lees, has de ponerlo en tela de juicio con un grupo de apoyo mutuo o profesional; terapeuta o psicólogo.
Nuestras propias herramientas: puede ser nuestra familia y amistades. Siempre y cuando estén al margen del propósito. Ya que, a veces, para el proceso de resiliencia, es necesario ser egoístas y estar concentrados en nosotros mismos para poder dilucidar mejor, según el caso, de dónde puede venir la adversidad.
Me gusta recalcar que hay que contar con profesionales, pero si es necesario y encontráis terapias alternativas, no lo dudéis. Hay grandes maestros ahí fuera. Se puede aprender de todo y siempre y cuando te encuentres en el camino del aprendizaje y conocimiento sobre ti mismo/a ya estarás en el proceso de la resiliencia.
Instrumentos para la medición e implementación de programas de procesos de resiliencia
Orientaciones para la programación de acciones de promoción de la resiliencia en niños y adolescentes. También en opción grupal. (PDF) Factores predictores de procesos resilientes en jóvenes universitarios (PDF) Guía de promoción de la resiliencia en los niños para fortalecer el espíritu humano. Grotberg, E. (1996) ES Modelo de intervención en crisis (en busca de la resiliencia personal)Lourdes, F.2010 Estudio de casos sobre factores resilientes en menores ubicados en hogares sustitutos. Castañeda, C. Guevara, B. Rodríguez, A. Bogotá 2005 Potenciación pautas parentelas residentes en un grupo de familias con hijos adolescentes. Castiblanco, J. Lora, M. Bogotá 2007 REACHING RESILIENCE (Cómo lograr la resiliencia) Manual de resiliencia 2.0 para técnicos de cooperación y responsables de políticas. www.reachingresilience.org Resiliencia individual y familiar (trabajo tercer curso 2010) Gómez, B.Fuentes: