Resiste, por favor

Resistir aunque se desmorone el techo, aunque no encuentres la salida. Todos en algún momento sentimos que nos debilitamos, que ya no podremos resistir más, pero a medida que pasa el tiempo, y el problema fluye, nos damos cuenta que la intensidad ya se fué y que eso es lo que nos tenía desvastados.

Llega un punto en el que después de tantos golpes aprendemos a saltar obstáculos, a mirar las cosas de otra forma, de otro color. Resistimos por nosotros mismos, resistimos por los demás, porque nos necesitan, y nosotros a ellos.

Resistir es esperar hasta que la tormenta pase. Resistir significa ser fuerte ante las circunstancias, con el tiempo el dolor se va y la herida se cierra, solo quedan recuerdos. Resistir es seguir adelante, vencer obstáculos, pensar que el tornado ya pasará.

Quizás la tristeza te haga querer tirarte en un sillón, comer y ver películas, pero no puedes caer en eso. Tienes que pensar en las cosas buenas que te pasaron o en lo que quieres lograr, eso te hará más feliz. Sabrás que no todo es tan malo, que son solo momentos que tienes que atravesar.

Hoy te propongo a que resistas, que tomes el coraje y seas fuerte, porque son sólo eso “malos momentos pasajeros”…

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