Que bonitas son las palabras, con sus vocales, sus consonantes, sus sílabas, acentos y demás peculiaridades. Y si nos ponemos a analizar sus significados, significantes, connotaciones, denotaciones y demás parafernalia, podríamos escribir libros y libros. Sobre las tres palabras que adornan el post de hoy, vamos a darles un pequeño repaso para ver que dicen que son.
Resilencia: Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
Asertividad: Habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás.
No están nada mal estos sustantivos, no me extraña que se usen de forma constante en cualquier presentación de crecimiento personal, coaching, mentoring e incluso para emprendedores. Suenan extrañas pero a la vez captan nuestra atención para que sigamos leyendo y al final, compremos el curso o nos apuntemos a la mailing list de la empresa o bloguero de turno.
El problema es que a veces las palabras se quedan solo en eso, palabras, y perdemos de vista el contexto. Si no sabemos donde estamos, quienes somos, por mucho que apliquemos estos mantras lo único que conseguiremos es darnos de cabezazos contra una pared. Hay que ser consciente, hay que aplicar algo más complicado de adquirir que es la sabiduría, para poder colocarnos en el mundo poder entender los movimientos, los flujos y los personajes que pueden facilitar o entorpecer nuestro proyecto.
Sin tener este conocimiento, esta visión, por mucho que leas, vas a perder el tiempo.
Película: Rebel Without a Cause
Esto es un resumen del artículo Resliencia y asertividad escrito para Exelisis. Visita la web para más información y compártelo si crees que es interesante.
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