Fotografía capturada en la red. De autor desconocido. Se agradecen pistas.
Vuelve a intentarlo. Ir sobre segurono te asegura nada: sólo el viaje,
las líneas paralelas y el peaje
de darle a las palabras un más puro sonar: la resonancia, el eco oscuro
de los cuerpos que chocan y el pelaje
de las fieras corrupias, con sus aje-
drezadas correrías tras el muro del sentido común: eso que dicen
en primera persona las palabras
y lo que se vislumbra en la trastienda. Las ramas del poema —lo tamicen
ojos diestros o no— abracadabras
sin ton ni son no son. Aunque se entienda.