El PP ganó las elecciones. Y de forma muy contundente. Eso es innegable. Lo que también es innegable es que con su voto, millones de personas han legitimado la corrupción y la mala gestión.
Muchos se están llenando la boca diciendo que hay que respetar a la gente que vota a determinadas opciones. Lo dicen ellos que se han cansado de insultar a los votantes del otro lado.
En democracia caben todas las ideas siempre que se defiendan con la palabra. Y ningún voto está equivocado mientras se haga en conciencia. Por supuesto es legítimo que cada uno vote a quien quiera siempre que lo haga libremente. Pero quien vota a un partido podrido de corrupción (que además ha demostrado ser un mal gestor) se convierte en cómplice de los corruptos. Y a mí, personalmente, alguien cómplice de corruptos y criminales, que le legitima con su voto, que le aplaude en la puerta del juzgado y que lo apoya en cualquier ocasión, no me merece ningún respeto. ¿Alguien respetaría al cómplice de un criminal? Entonces, ¿por qué hay que respetar a los votantes de un partido corrupto, la mayoría de los cuales saben de esa corrupción?