Revista Sociedad

Respetar el veredicto

Publicado el 27 mayo 2015 por Abel Ros

Si Podemos pactara con el partido socialista e Izquierda Unida, se convertiría en uno más de la casta


Respetar el veredicto
unque la derecha haya obtenido más votos que el resto de sus rivales, lo cierto y verdad, es que lo tiene crudo para gobernar en buena parte de Hispania. Lo tiene crudo, como digo, porque los posibles tripartitos entre Podemos, PSOE e Izquierda Unida impedirán que los principales bastiones de Rajoy: Valencia, Madrid y Castilla la Mancha, sigan en pie tras el veredicto ciudadano. Así las cosas, mientras el Pepé pierde fuelle de cara a las próximas elecciones generales, los partidos emergentes atesoran las llaves de sus castillos azules. Tanto es así, que hasta la señora Aguirre solicita pactos antinatura – entre populares y socialistas -, con tal de impedir que "los populistas" – Ahora Madrid – consigan la alcaldía. Son, precisamente, estos gestos de desesperación, por parte de la expresidenta madrileña; los que sitúan a la marca Rajoy al borde del precipicio.

Aunque don Mariano diga que estas elecciones son distintas a las generales – en cuanto a intereses y motivaciones -, lo cierto y verdad, es que el mensaje del pasado domingo; es algo más que un cúmulo de enfados puntuales contra alcaldes y presidentes autonómicos. Es algo más, como digo, porque las políticas llevadas a cabo en los “feudos peperos"; han sido las mismas que se cuecen en los fogones de Génova. Así las cosas, el cheque que los ciudadanos le dieron a Rajoy; no era papel en blanco sino todo lo contrario; era un encargo para que cumpliera lo prometido. Unas promesas – como recordarán – de cortes populistas, para que millones de votantes – desencantados con la "derechización" de Zapatero – cayeran en la trampa de votar a una derecha disfrazada de progreso. Hoy, cuatro años más tarde de aquella equivocación ciudadana, el Partido Popular ha perdido las elecciones autonómicas y locales. Las ha perdido, aunque Rajoy diga lo contrario, porque gobernar en minoría es lo mismo que "querer hacer cosas" y "no poder hacerlas", sin el consentimiento de los otros, la mayoría alternativa.

Aunque la derecha haya perdido sus mayorías absolutas por los mordiscos de Podemos y Ciudadanos, lo cierto y verdad, es que esta derrota es similar a la que sufrió el partido socialista hace cuatro años. Es similar, queridísimos lectores, porque tanto Rajoy como Zapatero han sido castigados por gobernar de espaldas a la gente. Ambos han defendido políticas de austeridad y, ambos han recibido el castigo merecido. Así las cosas, "gracias a Merkel" – en palabras del borracho – el pueblo ha dicho NO a la vieja política. Los ciudadanos han repetido su mensaje y lo seguirán repitiendo; mientras los elegidos continúen erre que erre con el virus europeo. Luego es importante que miremos a Europa para leer los interlineados de la derrota. Es importante porque si Zapatero no hubiese obedecido a los dictámenes alemanes, hoy otro gallo cantaría en la España de los pactos. Fue precisamente, la chispa de la indignación por la crisis económica y las nefastas soluciones al respecto; las que hicieron que Rajoy recogiera el guante de la calle; culpase de todos los males a ZP y se hiciera con el cetro; gracias – eso sí – a la ignorancia de su pueblo.

Con la mirada puesta en las próximas elecciones, lo más correcto – por higiene democrática – sería que las comunidades y ayuntamientos fueran gobernadas por alianzas puntuales. Esta medida beneficiaría a las fuerzas emergentes y evitaría el voto útil en las urnas de noviembre. Si Podemos pactara con el PSOE e Izquierda Unida – algo muy probable – significará que está de acuerdo con sus respectivos programas; los mismos que tanto ha criticado desde las pasadas europeas. El partido morado se convertiría en uno más de la casta. Algo nefasto para arrebatarle la medalla de oro al partido socialista, como líder de la izquierda. Por su parte, si Ciudadanos bailara con la fea – el Partido Popular - sus glorias se convertirían en fracasos en las próximas generales. Los votantes de Rivera – la mayoría procedentes del Pepé – verían con malos ojos como sus papeletas sirvieron para unir, lo que ellos deshicieron. Así las cosas, las "alianzas puntuales" sería la opción más inteligente. Gobernaría la lista más votada, pero gracias a ello. Gracias al respeto del veredicto ciudadano, el pluralismo incipiente no sería una piedra en el camino, sino una oportunidad de futuro para las fuerzas emergentes.

Artículos relacionados:
El pluralismo incómodo


Volver a la Portada de Logo Paperblog