Aicrag, titula usted el articulo en el que me contesta, “Respeto, libertad de opinión y democracia (en contestación a Orisis50)”, supongo que se referirá al respeto del que usted carece; a la libertad de opinión que usted no concede a los demás y a la democracia de la que pese a que debe de haber pasado años leyendo sobre ella, no ha entendido nada.
A ustedes, los progres, se les llena la boca hablando de “democracia”, “libertad de expresión”, “respeto”, “tolerancia”…pero para que los lleven a la práctica los demás, no ustedes; en cuando a ustedes se les lleva la contraria y no se dice “amén” a todo lo que ustedes opinan, ahí se acaban el respeto, la tolerancia…y a las pruebas me remito: en mi artículo “El pueblo no es tonto (respuesta)” yo le digo a usted que su artículo está lleno de “inexactitudes” y que es usted un demagogo por decir que “hay dinero para traer cadáveres de españoles que murieron ayudando al nazismo y que no hay dinero para abrir fosas en donde hay enterrados republicanos…” porque usted sabe que eso no es así; usted sabe que desde la época de Rodríguez Zapatero se han abierto más de quinientas fosas y que, a día de hoy, se siguen abriendo, pues hace pocos días tuvimos que asistir al lamentable espectáculo teatral de su amado líder llorando ante una en la que, supuestamente, había sido enterrado un tío abuelo suyo, y usted me dedica una retahíla de insultos sobre los que ya volveré en la última parte de este escrito.
Ustedes los progres tienen un problema con la democracia: no les gusta. Los escraches son “jarabe democrático” cuando se los hacen ustedes a los demás, pero cuando se los hacen los demás a ustedes son terribles “ataques fascistas”; “votar siempre es bueno” en el caso de que se quiera votar un referéndum inconstitucional sobre la autodeterminación en Cataluña, pero si en Andalucía ustedes obtienen menos votos en unas elecciones que en las precedentes y, encima, hay un partido que ama a España y que es de naturaleza radicalmente distinta a la de ustedes, que obtiene 400.000 votos, muchos de ellos de antiguos votantes suyos, entonces es el pueblo el que se ha equivocado al votar y ustedes llaman a movilizarse en “alertas antifascistas” y a conseguir mediante algaradas callejeras lo que las urnas no les han dado.
Y, como ya le dije en mi primer escrito de contestación a uno suyo, esto viene siendo así desde la primera mitad de los años treinta del siglo pasado:
-En 1931 se lanzaron a las calles celebrando una victoria en unas elecciones municipales que no habían ganado y proclamando una república que no habían sido objeto de referendo en esas elecciones.
-En 1934 pretendieron hacer lo mismo con unas elecciones generales que habían ganado los partidos de derecha en 1933, teniendo consecuencias gravísimas con varios míles de muertos en Asturias y Cataluña.
-A principios de 1936 hicieron trampa en las elecciones generales celebradas, teniendo que repetirse los comicios en muchas localidades; al final hicieron lo mismo que habían hecho en 1931: se lanzaron a las calles a celebrar una victoria de la que nunca se publicaron los resultados.
Yo, en mi artículo he estado de lo más respetuoso y me he limitado a argumentar, pero como usted es un progre, el hecho de que no haya estado de acuerdo con la sarta de estupideces que dijo, se lo ha tomado como algo personal. Usted no tiene ni idea de lo que es la democracia.
Usted me sale con la tontería de que le tuteara, cuando no le consta que hayamos ido a comer juntos; yo le he tuteado en la suposición de que debo de ser mayor que usted, así como de la mayoría de los participantes en NoCreasNada, y de que ustedes, los progres, son “gente cercana al pueblo” y para nada “gente estirada”, todo lo contrario que nosotros, los fachas; si bien es verdad que Irene Montero y Pablo Iglesias no han caído en este detalle o, de momento, están ocupados con el lenguaje inclusivo referido a los sexos; será por este motivo que, de momento, no hay consignas para ustedes, los podemitas, en el sentido de que deben de tutear, y dejarse tutear, por todo el mundo, pues eso dará sensación de mayor camaradería, pero ya llegará ese día…si Unidas Podemos no desaparece antes. Pero, dado que a usted le disgusta y que a mí tampoco me apetece tener mayor familiaridad con usted, estoy de acuerdo en no volver a hacerlo.
Dice usted “…mira con nostalgia el pasado…” haciendo uso del eterno argumento podemita: ustedes sacan a colación el pasado, mintiendo, y cuando uno les replica, porque nos “escuece” tanta mentira, echando mano del pasado, como es lógico, entonces es uno el que es “nostálgico del pasado”.
Es curioso, pero antes de la crisis económica que se desencadenó en 2007, en España era más peligroso hablar de fútbol que de política; en poco más de treinta años los españoles habíamos alcanzado un enorme grado de madurez democrática y habíamos sabido dejar atrás el pasado. Y eso fue gracias a la aprobación de la Constitución de 1978; esa Constitución hizo posible que el segundo presidente del Gobierno durante la democracia, Leopoldo Calvo Sotelo, sobrino del presidente del partido Renovación Democrática, José Calvo Sotelo, asesinado por los sicarios de Indalecio Prieto (PSOE) en la madrugada del 13 al 14 de Julio de 1936 y que, a decir de muchos, fue el episodio que adelantó el Alzamiento de los militares sublevados, pudiera encontrarse en los pasillos del Congreso de los Diputados con Santiago Carrillo, líder del Partido Comunista y principal actor en la matanza llevada a cabo en Paracuellos del Jarama, durante la Guerra Civil, y departir con él amigablemente; esa Constitución, y el espíritu que surgió con ella, hizo que el mismo Leopoldo Calvo Sotelo coincidiera en actos institucionales con Dolores Ibárruri (La Pasionaria), que fue diputada en las Cortes de 1936 y que pronunció la célebre, y “profética” frase, tras una intervención de José Calvo Sotelo, en el Congreso, de: “este hombre ha hablado por última vez”, siendo cierta esa “profética” aseveración, pues a los pocos días, fue asesinado, y que no hubiera acritud ni reproche alguno entre ellos. Sin embargo, el estallido de esa crisis en 2007, durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero lo cambió todo, pues su incapacidad para acabar con el cierre incesante de empresas; con la continua destrucción de empleos; con la implacable subida de la prima de riesgo; con los desahucios…en definitiva, su incapacidad para establecer mecanismos eficaces que condujeran a terminar con los devastadores efectos de esa crisis, fue lo que le hizo sentir un “súbito deseo” de rendir homenaje a su abuelo, muerto durante la Guerra Civil, y de dar “cristiana” sepultura a los “cientos de miles de muertos por la represión franquista que llenan las cunetas y las fosas comunes que infestan el subsuelo de toda España, segundo país con mayor número de estos macabros enterramientos, solo por detrás de Camboya”, como dicen muchos progres (la de estupideces que hay que leer).
Y han recogido el testigo de esta cruzada contra el franquismo Sánchez e Iglesias que tampoco tienen ni la menor idea sobre qué hacer para mejorar la situación económica de los españoles y que ante esto recurren a esa táctica política, que debe de ser tan vieja como la misma política, de que si no sabes cómo resolver un problema, distrae al electorado (porque esta gente piensa en los ciudadanos no como tales, sino como electores), con un problema distinto. Y es así como nos tienen entretenidos con problemas como la exhumación de los restos del general Franco; con el feminismo; con la Ley de la Memoria Histórica…mientras ya se empiezan a sentir los efectos de la desastrosa gestión económica de Sánchez. Pasados los efectos, consecuencia de la inercia positiva derivada de las medidas adoptadas por el gobierno del PP de los últimos años, ya empezamos a ver las verdaderas consecuencias de la gestión socialista.
Usted dice “…hoy soy licenciado en CC. Políticas y de la Adminsitración. Porque como usted dice, efectivamente somos muchos los politólogos los que comulgamos con esta opción. Por algo será pienso yo. Quiza porque podemos leer, igual que un médico lee en el cuerpo de un paciente, la enfermedad que aqueja a esta sociedad”. Me pregunto si no sería más políticamente correcto que usted dijera que es licenciada o licenciade; no sé, yo con esto me pierdo. Pero, centrándonos en el asunto, no sé qué clase de complejo es el que tienen ustedes, los progres de izquierdas, con la “titulitis”, porque enseguida la sacan a relucir; a pesar de que, según usted, nosotros somos envidiosos, la realidad es que no somos tan fatuos y no nos gusta, tanto, presumir de nuestros logros académicos. Desde el minuto uno en que Pablo Iglesias fue una figura pública todos sabíamos que era licenciado en Ciencias Políticas; también en Derecho y que había obtenido trece matrículas; sin embargo, después de más de veinticinco años dedicado a la política, fue cuando renunció a su acta de diputado para dedicarse a su actividad anterior, cuando muchos vinimos a enterarnos de que Mariano Rajoy era registrador de la Propiedad; que había aprobado las oposiciones como número uno de su promoción y que, en su momento, fue el registrador de la Propiedad más joven de España, contando sólo veintitrés años.
Por último decirle que todos nos congratulamos de que usted, con ese poco “ojo clínico” que ha demostrado tener, haya optado por estudiar Ciencias Políticas y no Medicina, pues si a la hora de emitir diagnósticos, y de establecer el correspondiente tratamiento, hubiera estado tan acertado como lo ha estado a la hora de optar políticamente, más de uno hubiera pasado a mejor vida antes de tiempo.
Si fuera cierto eso que usted sugiere de que haberse formado en un área del conocimiento le concede a uno el don de la infalibilidad en esa área, las crisis económicas serían inexistentes, por ejemplo, pues todos los países cuentan con equipos de economistas dedicados a corregir los desequilibrios que se produzcan, y vemos que esto no es así; cuando se habla de economía tenemos más la sensación de estar leyendo sobre cuestiones de índole abstracto que sobre cuestiones basadas en datos numéricos, pues los economistas suelen tener recetas radicalmente distintas para resolver el mismo problema.
“Es usted igual de sectario y fanático que Espinosa de los Monteros, número tres de VOX, cuando realiza declaraciones como que “estamos acostumbrados a ver una izquierda mal vestida, sucia, con coleta”. La diferencia está en que nosotros, los progresistas, no nos ofendemos tan pronto como ustedes…” Yo, cuando hablo del tipo de persona que vota a Unidas Podemos y el que vota a Partido Popular, Ciudadanos y VOX me baso en artículos que he leído, buscando en internet, que hablan sobre el perfil del elector-tipo que vota a cada uno de esos partidos y en parte por el sentido común, pues no es difícil deducir que si Unidas Podemos defiende la ocupación de viviendas y quiere reconocer más derechos al “okupa” que a su legítimo propietario, queriendo hacer que este último, encima, le pague la luz y el agua a aquel, mientras que, por el contrario, los partidos de la derecha son partidarios de promulgar leyes que favorezcan el desalojo en un breve periodo de tiempo, no es difícil de imaginar a quien votará el colectivo “okupa”; si Unidas Podemos es partidario de dar una paga a los inmigrantes ilegales, que no han cotizado un solo euro a la Seguridad Social, superior a la pensión media de muchos pensionistas españoles que han estado treinta años, o más, cotizando; que es partidario de conceder la nacionalidad a todo el que venga y que es partidario de proporcionarles habitación, comida, asistencia sanitaria…mientras que los partidos de la derecha son partidarios de una inmigración controlada en la que se acoja a aquellos inmigrantes que nos interesen acoger y a los que podamos dar trabajo…pues no es difícil de imaginar a quienes votarían, de poder hacerlo, esos inmigrantes…todo es pura lógica.
Por otra parte, no es difícil suponer que Iván Espinosa de los Monteros, cuando ha enunciado esta frase, hablaba en sentido figurado, refiriéndose a esta forma sucia, y rastrera, de hacer política que se ha impuesto desde que Pablo Iglesias, y Podemos, han irrumpido en política: esta forma de enfrentar a la sociedad, en la creencia de que, siguiendo las ideas de Lenin, cuanto más enfrentados estén los electores, y mayores sean esos conflictos, mayores réditos obtendrán ellos.
Y partiendo del hecho de que la frase no haya podido ser muy afortunada, supongo que estará de acuerdo conmigo en que, por desafortunada que pueda ser, siempre será mucho peor que el siguiente tuit de su admirado Iglesias:
“No soy partidario de la violencia pero disfrutaría viendo como matan a tiros a los líderes del PP. La derecha debe de ser exterminada como un virus” @Pablo_Iglesias_
Este individuo es el que va de “pacificador” en los debates televisados.
“Y lo que no puede usted ahora, sr/sra. Osiris50, es venir con la chiquillada esa de que los 23.000 euros que Defensa ha gastado en repatriar a 29 miembros de la División Azul tiene más raón de ser que desenterrar a los míles de muertos que hay en las cunetas de nuestro país…Y rechina que les llame patriotas…” Una vez más usted no rinde el merecido tributo a los esfuerzos, y al dinero, que sus padres han gastado en su educación, pues usted no ha entendido lo que yo le explicaba en mi comentario, a pesar de que lo he vuelto a leer, ahora, para asegurarme de que usted no tuviera algo de razón, comprobando que es de una claridad meridiana: yo no digo que esos hombres que murieron luchando en la antigua Unión Soviética tengan más derecho a que sus cadáveres sean repatriados, y descansen en lo que fue su país, que a que los cadáveres de los republicanos que murieron en la Guerra Civil sean encontrados y que esos restos descansen en una sepultura digna. Yo digo que si estos últimos merecen una sepultura digna, aquellos merecen reposar en su patria. Nosotros no somos los revanchistas; nosotros no somos los que buscamos venganza en los muertos; nosotros no buscamos cobrar en los muertos deudas que no pudimos cobrar mientras estaban vivos. Eso se lo dejamos a ustedes.
Y sí, para mí esos hombres fueron patriotas, pues nos salvaron de convertirnos en un país satélite de la antigua URSS y habiéndose podido quedar en su país, a tratar de reconstruir sus vidas, sin ponerlas en peligro, decidieron hacer lo más altruista y lo más sacrificado: irse a luchar a otra guerra para tratar de salvar al mundo del comunismo; una doctrina que nunca ha funcionado y que sólo ha dejado hambre y muerte allí donde se ha implementado. Por mucho que le rechine, para mí esos hombres fueron verdaderos patriotas que fueron ensalzados por sus superiores del ejército alemán, que reconocieron su valentía en situaciones muy comprometidas, como en la batalla de Krazny Bor.
Usted dice “en mi línea de educación y de moderación”, y me dedica los siguientes epítetos: mentiroso, irrespetuoso, intransigente, intolerante, sectario, fanático, envidioso, egoísta, avaricioso, resentido, receloso, suspicaz, desconfiado, infantil, ingenuo, ignorante, chauvinista, algunos de ellos los ha empleado en un par de ocasiones; y algunas expresiones tales como: “cacique del pasado más lóbrego”; “hipócrita infundioso”; “alma sombría”…bueno, pues ante esto, sólo me queda agradecerle que haya sido educado y comedido, pues de no haberlo sido, no sé qué me hubiera podido decir, y lamentar que los esfuerzos de sus padres por darle una educación hayan tenido como resultado este. Eso sí, le reconozco cierta originalidad, porque no me ha llamado ni “facha”; ni “fascista”; ni “franquista”.
También dice “en cuanto a historia política, no me puede dar usted ninguna clase, pues mi especialidad es la historia política y social moderna y contemporánea”, sin embargo, no da muestras de esa abrumadora superioridad intelectual que usted dice poseer, de esos conocimientos enciclopédicos sobre la materia de la que debatimos, refutando mis argumentos en base de otros argumentos de más peso, como cabría esperarse de alguien que es un especialista, y sólo insulta, como podría hacerlo cualquier estudiante de la ESO, o ni siquiera eso. Y, a la vista de lo que usted ha escrito, no creo que la razón esté en su humildad.
También dice que, “Cataluña es un tema para el que ninguno de ustedes está preparado para entender…”. No sé en qué colectivo me está usted incluyendo cuando habla de “ustedes”, pero lo que si sé es que peca usted de fatuo y de arrogante al atribuirse una capacidad de comprensión de la que los demás carecemos. Ustedes, los podemitas, esgrimen los mismos argumentos que los separatistas, hablando de la incomprensión de los constitucionalistas, de nuestra escasa empatía…como si ellos fueran marcianos; como si el ser catalán fuera algo inefable, algo que escapa a toda capacidad de entendimiento y eso es una soberana estupidez. Los catalanes son seres humanos, como nosotros, y en todo lo que hacen hay una motivación, como sucede con todos los seres humanos. No hay nada de paranormal en todo este asunto.
Desde los tiempos de Fernando VII, los sucesivos gobiernos del España les han favorecido, para hacerles sentirse cómodos y que no dieran muchos problemas, en detrimento de las demás regiones ( a ellos y a los vascos) y eso ha llevado a una parte de los catalanes a creerse superiores al resto de los españoles; les ha llevado a creerse que si han sido la “locomotora de España”, qué no llegarían a ser sin tener que arrastrar “los vagones”. Y durante cuarenta años de democracia, los sucesivos gobiernos de la Generalidad han adoctrinado a la población en el desafecto a España, y a todo lo español, cuando no en el odio, sin que los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP hicieran nada al respecto; y así, de este modo, es como hemos llegado a la situación actual. En 2009 Artur Mas dijo, en una entrevista en TV, que lo de la independencia era una estupidez; sin embargo, poco después, Jordi Pujol Ferrusola fue procesado, y condenado a pena de prisión, por el “caso ITV”. Y ahí es cuando se produce el punto de inflexión, es en ese momento en el que Convergencia gira hacia el independentismo, en una carrera contrarreloj por conseguir la independencia, antes de que la justicia los procese por el “caso de manifiesto del 3%”, como lo ha puesto un informe elaborado por los Mossos d’Esquadra y hallado por la Guardia Civil en el registro llevado a cabo en la Consejería de Economía de la Generalidad de Cataluña, llevado a cabo en Septiembre de 2017, unos días antes de celebrarse el referéndum.
En pocas palabras, este es el resumen de esa cuestión tan difícil, a su juicio, de entender para los demás.
Tampoco podemos olvidar la labor de Pablo Iglesias en todo este asunto, que juega a ser “bombero/pirómano”; él “prende la mecha” y, luego, aparece como el héroe, el intermediador, el “bombero que lucha para extinguir el fuego”. El caso es que, salía Pablo Iglesias hablando de “presos políticos”, refiriéndose a los golpistas detenidos, y al poco tiempo estaba todo el movimiento independentista hablando de “presos políticos”; hablaba de que la aplicación del art. 155 de la Constitución, en Cataluña, podría ser inconstitucional, y salían todos los separatistas hablando de la inconstitucionalidad en la aplicación de ese artículo; hablaba de que “votar siempre es bueno”, a pesar de que él, como licenciado en Derecho, debe de saber algo tan básico como que el puntal sobre el que se apoya todo nuestro sistema jurídico es la Constitución, y que ningún precepto puede contradecirla, y que hay un Tribunal, el Tribunal Constitucional, creado al efecto, para vigilar que la normativa que emana de los diferentes órganos con capacidad legislativa, imbricados dentro del Estado, se adapte a lo dispuesto en la Constitución; y que si esta dispone que el territorio que pertenece a la nación española es indivisible, no cabe que una comunidad autónoma convoque un referéndum preguntando si se estaría de acuerdo en que Cataluña se constituyera como una república independiente. Nuestra legislación permite la existencia de partidos que tengan como objetivo la separación de las regiones, pero para que actúen dentro del marco legal vigente; no caben atajos. Y eso lo sabe Pablo Iglesias.
Hace unos días, en un acto de campaña, estuvo en Canarias, en donde los independentistas “caben en un taxi”, pues en las fiestas de todos los pueblos se engalanan sus calles con la bandera de España y con la bandera de Canarias, y ya empezó con su papel de “bombero/pirómano” a agitar una bandera independentista, buscando prender la mecha del conflicto. A los pocos días se celebra un mítin de VOX, y lo nunca visto: la policía tiene que cargar contra algunos “perroflautas” que querían agredir a los asistentes al mismo.
Por todo esto, espero que mañana los partidos de derecha obtengan unos resultados que les permitan desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa, con la misma intensidad con la que deseo que Unidas Podemos se lleve el batacazo electoral que todas las encuestas adelantan, pues es un partido destructivo y dañino.
“No voy a entrar a debatir tanta tontería como apunta, porque ya que usted mismo citaba a Paul Joseph Goebbels, que por cierto lo ha escrito mal en su articulo, y luego dice que los poco cultos somos los de izquierdas. No se ecribe Goebbles sino Goebbels…”. “Si no tienes argumentos, corrige la ortografía”-anónimo (espero haber escrito bien esto y no tenga en cuenta que se tutee en esta cita, pues no es mia). Si el haber escrito ese apellido incorrectamente me convierte en alguien poco culto, supongo que sucederá los mismo con usted al haber escrito “historia política”, con minúsculas, o “pero sin embargo”.
Un saludo. Yo sí pienso contestarle, si usted lo hace.