Sin aliento. Así me he quedado tras leer la terrible trama de crímenes con castigo que Víctor del Arbol construye para nosotros en Respirar por la herida. No es una de detectives y bandidos al uso, es una novela profunda que ahonda en la maldad, en la venganza, en la inocencia perdida. Una historia de familias rotas, de padres sin hijos, de hijos sin rumbo. Unas vidas sin vida, sin horizonte, corazones lisiados que buscan la redención en el odio.
Un engranaje perfecto de destinos entrecruzados donde todo tiene un por qué y un para qué. Una historia cruel en la que el destino se regodea con los que cruzan en su camino. Una vida sin felicidad, sin hermosura, que aún así se vive, a veces con hastío, a veces con pasión. Una novela exigente que no admite demoras. Que no da un respiro. Ni hace concesiones. Dura y terrible, pero adictiva.
Esta novela la he leído por gentileza de 24symbols.