En este estado se encontraba este pequeño baúl abandonado al lado de un contenedor de la basura. Algunos trozos de la madera estaban húmedos y semi podridos, especialmente la parte inferior, seguramente en contacto durante mucho tiempo con algún tipo de charco o similar, y otros , simplemente, no estaban.
Seguramente sirvió de caja de almacenaje en alguna tienda o almacén por el cartel que puede leerse en su interior, donde se describe el producto que se guardaba y su precio en céntimos, imagino que, de pesetas…
A pesar de su estado, pensé que valía la pena restaurarlo.
Lo primero de todo una limpieza a fondo con disolvente y con decapante para eliminar cualquier resto de barniz o cera que pudiese haber, protegiendo, para evitar dañar, la etiqueta del interior escrita con algún tipo de tinta.
Una vez limpio, hubo que recomponer el trozo que le faltaba en la base y clavar y encolar bien los lados de la tapa que estaban algo sueltos.Para finalizar hubo que aplicar a muñequilla la goma laca, con ello conseguiremos, además de proteger, igualar el tono de la madera en las zonas añadidas y en aquellas estropeadas por la humedad.
La placa metálica con la numeración bastó limpiarla bien con vinagre, también se puede usar un limpiametales. El número impreso en ella se había borrado casi por completo al limpiarla, con un rotulador de punta fina negro y un poco de traza, lo volví a marcar.