No puedo dejar de hacer una reseña sobre este restaurante-bistrot en el que estuve hace poco en mi última escapada bilbaína. Ya conté una parte de ella aquí.
C/ Dos de mayo, 1848003 - Bilbao
944 15 47 66
http://www.restauranteatable.com/
En el barrio Bilbao la Vieja, se encuentra céntrico y con sólo cruzar la ría, ya estás en el Casco Viejo. No obstante hay que ir prevenido porque es una zona de Bilbao un tanto conflictiva. Esto ya lo sabía yo pero lo confirmé cuando llegamos a la puerta del local y la tenían cerrada con llave. No asustarse por eso.
Se está intentando que la zona resurja como ha ocurrido con el barrio del Born en Barcelona o el proyecto Triball del ayuntamiento de Madrid para el patio trasero de la Gran Vía. Cuestión de un debate aparte sería si la mejor manera de rehabilitar zonas deprimidas en las ciudades es convertirlas en nuevos "centros comerciales" llegando a borrar el significado de barrio para dar paso a la zona cool y trendy y poder pasearse cual Sarah Jessica Parker por el East Village neoyorkino.
Bueno, a lo que iba. Es un barrio de emigrantes donde te puedes encontrar una carnicería musulmana, una librería alternativa, una peluquería africana, un bar de ambiente... todo de lo más multicultural. Tiene su encanto.
El caso es que el restaurante resulta de lo más recomendable. El ambiente es tranquilo, romántico, con velitas, con música suave de fondo. Todo al más puro estilo francés (Edith Piaf, Carla Bruni cuando cantaba...). De la atención y el servicio, ninguna queja. Todo servido a su tiempo y sin agobiar. Pertenecen a la asociación Bizi Ona, Le slowfood du Pays Basque que consiste en desarrollar el gusto por una comida sana, respetuosa con el medioambiente y justa en su producción, disfrutar de los sabores, saber apreciarlos, respetando los tiempos, sin prisas.
En la cocina se presentan como la fusión de la cocina vasca y el bistrot francés. La verdad es que estaba todo buenísimo. Lo único de lo que no puedo opinar es de los postres porque para cuando quise llegar a ellos ya estaba llenísima de todo lo demás. Y yo no soy mucho de dulce.
Si os gusta el vinillo, como es mi caso, os recomiendo que pidáis el menú gourmet con el maridaje de vinos. Hay que avisar de ello cuando hacéis la reserva por teléfono porque distribuyen la mesa de diferente manera.
Un servicio para cada uno de los cuatro platos con sus correspondientes vinos. Destacaría la sopa de cebolla al gratén, espectacular. Y el pescado del día. Nos tocó un salmón que estaba de lujo. La combinación de los platos con el vino adecuado, la verdad es que te hace disfrutar de los sabores de otra forma. Hay que probarlo. Aunque cuidadín, que yo con mis cuatro copas de vino (que son bien generosas) y aunque me lo comí todo (que resulta bien abundante), salí un poco movida... pero contenta, contenta.
También realizan cenas en la oscuridad. Ésas en las que comes con los ojos tapados y sin luz para acentuar la percepción del resto de los sentidos. ¿Alguién ha probado esto? Yo es que si no lo veo, no lo creo y no sé si me lo comería ¿???