Un lugar sencillo, minimalista, con un concepto que empata muy bien con su imagen, así es el Restaurante Alcalde, que está en la muy transitada Avenida México en Guadalajara, Jalisco. Hasta ahí llegué para cenar una noche de viernes.
Guadalajara se distingue por su gran propuesta llena de diversidad y calidad, de sitios para comer, y el restaurante Alcalde es uno de esos lugares que hay que visitar y probar, porque es un concepto atrevido sin perder lo básico, que es lo natural y sencillo.
Entrar a Alcalde me hizo recordar alguno que otro restaurante europeo, con su cocina abierta, muebles funcionales y francos sin involucrarse con objetos rebuscados, un poco de color y gente joven dispuesta a compartir su ideal con el comensal.
Valiéndose de los productos frescos y de temporada que se consiguen cada día en el Mercado Alcalde, es que nacen los platillos que preparan Paco Ruano y Luis González Rodríguez.
Yo opté por el menú degustación, como siempre hago cuando voy a un restaurante por primera vez, y así me tocó proba chips de huachinango con guacamole y polvo de aceituna; crudo de almeja generosa con garbanza, cacahuate y tomatillo verde; ceviche de callo, jícama, mini capuchina y emulsión de jengibre, y dos platillos más, pero estos que menciono fueron sin duda mis favoritos, además de los 2 postres, que fueron cremoso de chocolate blanco con sorbete de cebada y jugo de frutos rojos y algo más que prepararon con leche quenada. Sinceramente no sabría explicarlo, pero me gustó y sorprendió.
Les cuento un secreto? Me quedé con las ganas de probar el plato de quesos nacionales con miel de agave y pan tostado. Tengo pretexto para regresar.
Así las cosas, me gusta este estilo de restaurantes que se arriesga y el resultado es algo tan encantador como el restaurante Alcalde.
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