Ay esta semana de Pascua lo que da de sí en temas gastronómicos...si tuviera que contaros todas mis gastroexperiences me harían falta cinco blogs y un puñado de amigos con una paciencia infinita, porque es evidente que soy "la pesada que fotografía los platos y pide que no se toque nada a voz en grito". Antes de Pascua, y como regalo pendiente de cumpleaños, estuve en el Restaurante Daluan (Morella), que os recomiendo sin ningún tipo de dudas porque ir es apostar a caballo ganador. Hace un par de años, ya pude probar sus platos pero en el Casino Antiguo (Castellón), y os contaba mi experiencia AQUÍ. Hoy os la puedo contar desde otra perspectiva, desde la tranquilidad que le da a un cocinero "jugar en casa", porque sabe que tiene tanto que ofrecer que vas a salir flotando del local.
Después de estar unos minutos discutiendo qué menús queríamos ("que si quiero el de la trufa pero me gustan las croquetas morellanas que están en otro menú", "que con la que está cayendo en verdad me apetece una sopa morellana"), nos comentaron que podíamos elegir dos menús diferentes y probar todos los platos para compartir. Así que elegimos un Menú Tradicional, y un Menú Degustación, en total 18 platos que nos comimos a medias y que fueron el preludio de una siesta de dos horas. Así que, aquí os voy a ir enseñando, plato a plato, todo lo que pudimos probar ese día, maridado con el vino Pétalos del Bierzo 2013 del que os hablé la semana pasada. Los dos menús están mezclados, así que si queréis saber qué plato es de cada menú, podéis entrar en el link de Menú Degustación y ver todo lo que ofrece.
En primer lugar comenzamos con un carpaccio de trufa, aceite y pan. El fin de semana del 19 de marzo fue el último que Daluan podía garantizar servir este menú, ya que la temporada de la trufa negra se ha acabado. ¡Tuvimos mucha suerte!
Seguidamente un aperitivo tan sencillo como espectacular: queso, jamón, cecina y longaniza de Aragón con tomate de colgar sobre un plato de pizarra de los que tanto me gustan.
El siguiente entrante os lo mostré hace poco en redes sociales para ir abriendo boca: verduras de temporada en equilibrio, tapanade de ging negro, gang verde, vinagreta trufada y crujiente de parmesano. Las verduras estaban crujientes, no hervidas. Fue un plato muy diferente a lo que estoy acostumbrada a probar.
Los contrastes del siguiente plato me sorprendieron y gustaron a la vez: crujiente de queso tierno, brotes, miel y crocante de frutos secos.
Las esperadas croquetas morellanas hicieron su aparición, ¡cuántas ganas de probarlas! Unas croquetas bien hechas nunca decepcionan.
A continuación la versión de las alcachofas con jamón del Daluan, muy tiernas.
Si hay algo que me gusta del Daluan, es que además de cocinar muy bien presentan los platos de maneras muy diferentes y creativas. Aquí el bocado de vieira trufada en su hábitat verde.
La tosta de foie, manzana caramelizada y brotes tiernos quizá fue el plato que menos me gustó, y eso que soy una gran amante del foie.
Una sopita morellana en un día con mucha lluvia, niebla y algo de frío nos sentó genial, así como este consomé trufado que nos calentó un poquito el cuerpo.
Para iniciar la traca final, un rissotto de patatas, trufa y calçots. Eso que veis doradito en la foto es una lámina de patata frita...¡buenísimo! Es que soy muy "patatera", lo reconozco...
A continuación, otro plato con alcachofa: huevo en dos cocciones, alcachofa y trufa.
Llegamos ya al pescado, para mí el mejor plato de todos los que probé ese día: atún rojo ahumado con tomillo y acompañado con aceite de trufa. Qué atún más bueno, qué bien hecho, qué sabor. El ahumado de tomillo espectacular, acierto 100%.
Debido a nuestra elección del doble menú, pudimos probar dos versiones de cordero, uno un poco más grande con una salsa buenísima y verduritas, y otro en versión tournedó con foie y trufa.
En los postres, pudimos degustar en primer lugar un sorbete de cítricos muy original, parecido a un helado de chocolate blanco por fuera, pero completamente diferente por dentro.
A continuación chocolate, nueces y brandy trufado. Postre demasiado fuerte para mí...
Y por último, la versión de Daluan del "flaó", dulce típico morellano: trío de helados con galleta con auténtico sabor a este dulce que me encanta.
Y después de tantos platos, ya hemos acabado la experiencia gastronómica más importante en mucho tiempo del blog. Espero que no estéis empachados, y que no dudéis en visitar el Restaurante Daluan si tenéis ocasión. ¡Feliz miércoles!