💭 Mítico restaurante palentino, que después de 30 años sigue deleitando a la clientela con el jamón ibérico como estrella, embutidos de alta calidad, magníficos pinchos, raciones, y selecta cocina en la que abundan la excelencia y variedad.
💭 Hace 30 años que abrió al público este restaurante, ubicado en la entrada a la plaza Mayor, que tiene como vecinos a notables edificios como el de Hacienda, la Plaza de Abastos y, como fondo, el inconfundible torreón del Palacio Provincial.
Este local es un magnífico mirador urbano. Desde la barra del bar se puede observar a quien pasa por las calles o plazas anejas, Joaquín Costa, Felipe Prieto, la plazoleta de la Sal, o quienes entran o salen de la plaza Mayor.
"Don Jamón" tomó el relevo y sucedió hace 30 años al legendario restaurante "La Carrionesa". Sustituir a "La Carrionesa" no era fácil, al ser un establecimiento emblemático en Palencia, pero la ubicación del local, en el que se daban cita clientes de la capital, y quienes llegaban de la provincia, para encontrarse y tomar un café, o un vino, consiguió con el tiempo hacer olvidar a "La Carrionesa", aunque muchos clientes siguieron utilizando el antiguo nombre porque les resultaba más familiar y tradicional.
Toñito, el más veterano de Don Jamón
Isidoro del Amo y Salvador Redondo, empresarios visionarios, abrieron "Don Jamón", con el jamón ibérico de bellota como estrella, y colgaron en las vigas del local jamones "pata negra" y embutidos de alta calidad. Para el desayuno nunca faltó una bandeja con excelentes churros elaborados en la famosa churrería de los Jardinillos, y en las vitrinas llamaban la atención magníficos pinchos, bocaditos y raciones para picotear, almorzar o tomar el vino. Isidoro y Salvador también supieron rodearse de buenos profesionales detrás de la barra, entre ellos a Toño, que con su simpatía y profesionalidad, atraían a la clientela, como lo hicieron también las hermanas Gema y Nuri, que dieron toque femenino y amabilidad a la barra, ya que muy pocos bares en Palencia tenían entonces a mujeres para atender detrás del mostrador, aparte de no cerrar ningún día de la semana. Estos magníficos y entrañables trabajadores de Don Jamón siguen deleitando a la clientela después de 30 años, y han sido reconocidos y homenajeados por la dirección del establecimiento.
Muchas veces he alternado en Don Jamón. Me encanta quedar allí con mis amigos, atraído por la cordialidad y simpatía de Toño, Gema, Nuri y algún buen empleado más que conocí en este establecimiento y ya no están, como Eduardo y Juan Carlos. Me atraía también la originalidad y buena exposición en las vitrinas de los excelentes pinchos y guisos, y los jamones y embutidos. Recuerdo no faltar los martes porque ponían de tapa callos, los mejores callos que he probado fuera de casa, junto con los del desaparecido Restaurante Touchard, en la calle Valentín Calderón. El cochifrito de lechazo (lechazo frito), que también ponían como tapa era un lujo para el paladar, como las rabas y calamares, los boquerones, bacalao, croquetas y rebozados, chipirones, pimientos, huevos fritos con puntilla, revueltos y tortillas; y por supuesto los bocaditos y raciones de jamón. Un lujo almorzar en este bar, en el que el queso, o el pan palentino son otros de los atractivos, y cualquier tipo de vino, o cerveza, además de sus cañeros con la forma de un jamón.
Dispone de amplia terraza en la entrada a la plaza Mayor, en la que aparte de degustar un café, un vino o caña, acompañados de buenos aperitivos, o alimentos de la tierra y de la mar, puedes almorzar y observar el ambiente de la plaza Mayor, o a quienes pasan camino de la Plaza de Abastos, de Hacienda, o de la Diputación, o simplemente pasean, alternan o compran por el centro.
Sus coquetos comedores también son escogidos por su selecta clientela gustosa de la buena cocina casera y la esmerada atención; cocina y "cocineros pata negra", unos comedores con mucho reclamo por la calidad de sus platos, lugar elegido por diversos comensales a diario y los fines de semana, pero el bullicio, el ambiente, la tertulia y encuentro con conocidos se produce en el bar. Allí puedes encontrar a Isidoro del Lamo, a veces acompañado de ilustres personajes de Palencia y de amigos; otras veces lo encuentras en solitario, siempre con buenos gestos para los conocidos, cordialidad exquisita, afecto, sencillez y simpatía, no en vano mantiene su buena forma por ser deportista en activo, hostelero de éxito, experto en relaciones públicas, y exdirector de banco con mucho tacto y don de gentes.
"Don Jamón" tiene una hija, "La Parrilla de Don Jamón", y recientemente ha tenido un nieto, "El Puertito de Don Jamón". "La Parrilla" se encuentra en los soportales de la Plaza Mayor, y su especialidad son las carnes y pescados a la brasa. En las pasadas Fiestas de San Antolín ha ganado el premio a la mejor tapa. "El Puertito" está justo al lado de "Don Jamón", y reserva los mejores mariscos de primera calidad para ser ofrecidos los fines de semana en sus dos prestigiosos restaurantes, o para quien quiera llevar buen marisco a su casa.
Buena elección acudir a estos restaurantes de categoría suprema para almorzar, o tomar unos vinos en el centro de Palencia.