Localizado en una zona proivilegiada y tranquila de la Golden Mile de Palm Jumeirah (por tanto sin vistas hacia el mar), su terraza es preciosa, muy bien ambientada, mejor cuidada y con un servicio excelente, incluso excesivo diría que hay demasiados camareros para la cantidad de clientela que tienen, y a veces llegan a agobiar. La música ambiente muy agradable, y la distribución del restaurante como en pequeñas terrazas privadas divididas por elementos vegetales y luces estratégicamente colocadas, hacen que sea una experiencia muy relajante y agradable, sobretodo para ir en pareja.
La comida, siendo muy buena, y estando muy bien presentada es demasiado cara.
Pero tiene un gran inconveniente que es lo que provoca que en un sitio como La Palmera (llena de residentes extranjeros) un jueves noche, esa preciosa terraza esté vacía; no sirven nada de alcohol.
Nada de cervezas, Sake o vinos blancos, ni siquiera cerveza sin alcohol para engañar al estómago, no es que uno quiera emborracharse, pero en un ambiente como ese, poderse tomar una copa de vino, un cocktail o una cerveza sería ideal, y creo que es lo que provoca que el restaurante esté vacío y otros cercanos estén sin mesas libres a la misma hora el mismo día.
Ante tal ingrata sopresa, lo preguntamos y nos respondieron que es decisión del managment no servir alcohol en absoluto, una auténtica pena y lo que provoca junto con el precio, que no piense en volver.