Para el día de San Valentín acudimos con muchas expectativas y después de haber hecho una selección de lugares con encanto, al restaurante-bistró Josephine, ubicado en una esquina de la calle Pau Clarís, cortando con calle Valencia.
Desde fuera es bonito, llama poderosamente la atención y te inivta, sin lugar a dudas a entrar. Nuestra elección la hicimos a través del http://www.clubkviar.com, un club de restaurantes selectos que ofrecen el descuentos suculentos a cartas de 50€ o más, el cubierto, por lo que os recomiendo desde ya que lo probéis.
Su carta es atractiva, variada y con producto de calidad. Además tienen un menú de 12€ donde te montan una minigdegustaciónd e 3 platos a elegir, que nos ha parecido simpática.
Además de esta demostración de platillos 3 en 1, donde el suquet de pescado destacaba por la intensidad de su sabor, hemos probado fuera de menú una escalopa de foie con alcahofas fritas.
Respecto al servicio hemos de decir que no es atento ni detallista. Hemos tenido que llamar varias veces la atención, y eso al final hace que la comida no te sepa a gloria… no entraremos en detalle,simplemente diremos que son DESPISTADOS con mayúsculas, eso sí, educados y amables. No nos han ofrecido la copa de cava de cortesía (algo que no nos ha importado), no nos han hecho el descuento en la cuenta, en el segundo plato se han olvidado la guarnición y la han traído casi al acabar, y para finalizar, se han quedado sin postre y nos han ofrecido unas fresa con nata sin pena ni gloria…
En general la comida estaba deliciosa, el lugar es precioso, pero seguramente no volveremos. Que cada uno saque sus conclusiones…
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