Warehouse es una estrella fugaz que decidió quedarse en Madrid. En un aristocrático edificio en María de Molina, se esconde un restaurante delicado, de productos exquisitos y experiencias únicas. Pero no os asustéis porque no hay que dejarse el bolsillo en el intento. A unos precios de lo más asequibles, Warehouse trae cocina tradicional renovada, con materias primas directamente de los productores y en un entorno cálido y acogedor. Warehouse fue un experimento que salió muy bien. Sus dueños, Marqués de la Concordia Family of Wines, ya habían iniciado la experiencia en 2004 en su Hacienda Zorita, uno los pocos hoteles boutique calificados como Small Luxury Hotels of the World que hay en España. Allí, comenzaron a trabajar el concepto farm-to-table, es decir, de la granja a la mesa, como una manera de crear experiencias, generar vivencias en el público cercanas a la tierra.
La carta está creada a partir de alimentos provenientes de su granja orgánica y del trato con agricultores de la zona, de producción limitada y elaboración artesanal, “comprometidos con el movimiento Slow Food (que reinvindica respetar los tiempos de maduración, las temporadas y los cultivos respetuosos)”.
Las preparaciones se basan así en que los productos se luzcan y que se revelen en todo su potencial. Su cocina se define, según sus propias palabras, como “del siglo XXI, con sus raíces en la tierra, genuina y natural, sin artificios ni maquillajes, donde la maestría del cocinero se pone al servicio del producto”.
El salto a Madrid fue con red. Primero, abrieron restaurantes efímeros en La Quinta de la Concordia, un edificio majestuoso en la esquina de María de Molina con Lagasca. Tiene un jardín privado y arbolado, “posiblemente, el único viñedo urbano de Madrid”, me cuentan. Después de probar, este año han decidido abrir permanentemente este restaurante, que va a dar vida al edificio completo.
La cocina mantiene la misma filosofía de respeto al producto, con la simbología añadida del almacén (es lo que significa Warehouse en inglés). Traen vinos, quesos, aceite, ibéricos y muchos más artículos de la zona de Salamanca donde se ubica la Hacienda. Junto a los platos que cuidan el producto (imprescindibles los ibéricos, los arroces y la mozzarella, que es un producto único porque las búfalas de agua se crían en la finca de Hacienda Zorita), Warehouse te permite hacer catas personalizadas de sus productos, en una mesa redonda preparada para estos encuentros.
La decoración, obra de los portugueses Arq Taylors, se ha centrado en el concepto de “estar en casa”, primando los rincones acogedores, los colores suaves y la calidez. Warehouse ha permitido que toda la Quinta cobre vida y ahora acoja también The Rhum Bar, un bar de copas tranquilo, relajado al estilo caribeño y colonial donde degustar su propio ron de caña. Poco a poco, abrirán también la tienda gourmet de productos propios y The Wine And Cheese Bar, para disfrutar de vinos, tablas de quesos y tapeo en un ambiente más informal.
Un edificio lleno de delicadas sorpresas, donde esconderse en los mejores momentos.
Los datos. Warehouse. Calle María de Molina, 25. Horario: de martes a sábado de 13h a 02h y domingos, de 13 a 20h. Precio medio: 35€. Más información en la web