hoy os voy a comentar un dilema que no para de darme vueltas a la cabeza esta semana. La semana pasado os hablé de las ventajas de hacer uso de la bicicleta para disfrutar de la familia y sobre todo de nuestros hijos. A raiz de este último post he empezado a plantearme que mi bicicleta necesita un cambio.
La verdad es que siento un cariño especial por mi actual bicicleta, me la compré en un momento de mi juventud muy especial y la verdad es que me ayudó muchísimo a superar algún que otro bache emocional.
Indagando un poquito por internet me encontré con una web que habla del proceso de restaurar una bicicleta y la verdad es que me han dado muchas ganas de darle un toque de modernidad a mi antigua bici manteniendo la esencia de su estética y el valor emocional que tiene para mí.
Según me informé el proceso de restauración no es muy complicado y según explica el propietario de la web, darle un nuevo toque a nuestra antigua bicicleta solo requiere un poquito de voluntad y entusiasmo y sobretodo creatividad. Así que como considero que estos requisitos son precisamente los emblemas de mi personalidad, no debería tener muchos problemas en llevar a cabo semejante aventura.
Aquí podéis ver algunos trabajos de gente muy amateur que se decidió por restaurar sus bicicletas y he de decir que hay algunos que han logrado unos acabados muy conseguidos convirtiendo antiguos amasijos de hierros en auténticas bicicletas vintage.
Opción 2: Comprarme una bicicleta nueva
Esta opción tampoco me desagrada, incluso por momentos es la posibilidad con más enteros. También he estado mirando un poquito la oferta de bicicletas actuales en el mercado y, la verdad, hay algunas muy chulas.
En concreto de las que he estado mirando por internet esta bicicleta es la que más me gusta. Tengo ganas de tener una mountain bike con prestaciones deportivas. Mi actual bicicleta es básicamente para paseo y para moverse por la ciudad. Mi hijo mayor ya tiene 12 añitos y la verdad es que le encanta ir a la montaña y disfrutar de su bicicleta.
Muchas veces me pide que le acompañe pero cuando voy con él, noto que mi bicicleta no aguanta todos los tramos por los que mi hijo quiere pasar con su bicicleta. En los tramos de mucho desnivel con muchos surcos mi pobre bici sufre mucho y yo con ella. Por eso, si finalmente me decido por comprar una nueva, uno de los motivos será la de poder tener una bicicleta con mejores prestaciones a nivel deportivo.
Bueno en pocos días acabaré por decidirme por alguna de las opciones que os he planteado. Va a ser una disyuntiva muy difícil de resolver...espero no equivocarme y como siempre si quereis hacerme alguna sugerencia os atenderé gustosamente en el mail de contacto.