T.O.: Restless. 2011.Imagine Entertainment. Director: Gus Van Sant. Guión: Jason Lew. Reparto: Enoch (Henry Hooper), Annabel (Mia Wasikowska), Hiroshi Takahashi (Ryo Kase).
Enoch es un excéntrico personaje que suele infiltrarse en funerales ajenos para pasar el tiempo o, mejor dicho, evadirse en el tiempo. Además tiene un amigo imaginario o fantasma, llamado Hiroshi, un piloto japonés de la II Guerra Mundial. Un día, en uno de los funerales, conoce a la encantadora Annabel. Una chica enferma de cáncer de la cual se enamorará y con la que pasará los últimos días de su vida intentando hacerla disfrutarlos.
Restless es uno de esos films independientes que nos llegan, afortunadamente, desde Hollywood y que se hace con un hueco en la cartelera y nos permite disfrutar de una forma y estilo de hacer cine muy diferente al que estamos acostumbrados.
Gus Van Sant elige alejarse de los clichés de las películas sobre historias de amor de enfermos terminales. Esta decisión aporta una carga de positivismo al conjunto que en ningún momento se hace muy pesada o dramática y que camina por otros derroteros más alegres, más esperanzadores. Así, Enoch, que deambula por la vida sin rumbo, encuentra en Annabel el sentido de una vida, o si se prefiere una meta: hacer feliz a la chica que ama durante le tiempo que le queda. Ello le permitirá conseguir un objetivo que será relevante para su existencia: acudir a un funeral donde no será un intruso. Por su parte, Annabel encuentra en la fantasía de Enoch la diversión y la evasión que necesita en los difíciles momentos que atraviesa. El hecho de que su chico hablé con un simpático fantasma o el contacto tan especial que Enoch tiene con la muerte, le permiten a Annabel comprender y preparar algo tan repentino como su muerte y evadirse de los dramas que le rodean.
Restless es encantadora, es una historia de amor poco común pero que está llena de pequeños detalles preciosos. Un canto a la vida, a ser felices y a disfrutar de todo lo que tenemos alrededor. Un esperanzador relato sobre las personas que se aman, tratado con las dosis perfectas de dureza y dulzura para no caer en el "melodramón". Una propuesta muy bonita. (6/10)