Revista En Femenino

Resultado del sorteo de asignación de plazas de P3 en Cataluña

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

A principios de año te contaba qué era lo que buscábamos en el futuro colegio de Bichito, ya que al haber nacido en el 2015, empieza P3 el próximo septiembre.

Y aunque te contaba que tenía previsto empezar con las jornadas de puertas abiertas y que me lo tomaba con calma, la cosa no ha sido exactamente así.

Las jornadas de puertas abiertas

Después de visitar el primer colegio pensé “ostrás, qué guay, cómo han cambiado las cosas. Esto no tiene nada que ver a lo que fue mi colegio”.

Aunque las infraestructuras del colegio no me gustaron y algunas cosas de su metodología tampoco, no me pareció una mala opción. Estaba en buen lugar, cerca de casa. Todo parecía ir bien.

El problema empezó cuando vi el segundo colegio.

Este me gustó más. Tenía patio al aire libre con tierra, pinos… cosa que el otro no. Su metodología se parecía más a lo que yo buscaba y tenía varias cosas que me atraían mucho.

Vaya, ya empezaba a dudar. ¿Nos decantaríamos por este como primera opción?

La catarsis llegó cuando vi el tercer colegio. Era EXACTAMENTE lo que buscaba. Tenía todo lo bueno de los otros dos y más. Había mucha implicación de los padres en el colegio, proyectos, patio chulísimo, extraescolares, etc. Un colegio que yo tenía vetado desde un principio por la zona en la que se encontraba resultó que me encantó.

Después de aquella jornada de puertas abiertas me enamoré. Este tenía que ser el colegio de Bichito.

La preinscripción y la esperanza

La preinscripción fue en abril y cuando fui a entregar la documentación a nuestra primera opción (el tercer colegio que visitamos), solo había 44 solicitudes para todos los cursos. Teniendo en cuenta que para P3 ofertaban 50 plazas (2 líneas), la cosa no parecía estar tan chunga.

El orden de colegios en nuestra solicitud era la siguiente (todos públicos):

1ª: Tercer cole que vimos

2ª: Segundo cole que vimos

3ª: Primer cole que vimos

4ª, 5ª y 6ª: Coles con fama que en teoría molan (no fuimos a las puertas abiertas) cuya demanda es tal que siempre es peligroso ponerlos como primera opción. Realmente los puse para rellenar pero sin ninguna esperanza.

Pero no fue exactamente así ya que cuando terminó el plazo de preinscripción pude comprobar que en mi primera opción había 74 solicitudes para 50 plazas. Vaya, 24 familias se quedarían fuera. ¿Seríamos nosotros?

Solo nos quedaba esperar a que nos asignasen un número de desempate y sacasen el número de sorteo. Yo empecé a ponerme nerviosa porque según pasaban los días, menos me gustaban nuestra 2ª y 3ª opción.

Resultado del sorteo

Ya contaba con la experiencia del sorteo de la guardería de Bichito.

Es distinto ya que no hay tantas guarderías como bebés nacidos así que son muchos bebés que se quedan sin guardería pública. Y aquel fue nuestro caso. Si nuestro número de desempate, por ponerte un ejemplo, era el 2000, en el sorteo salió el 2100. Estábamos al final de todo, al final de cualquier lista de espera. Fue totalmente imposible optar a una guardería pública. Y el sentimiento es algo frustrante, la verdad.

No obstante no resultaba tan grave porque en Cataluña lo público tampoco es gratis, así que, aunque económicamente sería más caro que Bichito acudiese a una guardería privada, tampoco era una gran diferencia.

No ocurre lo mismo con los colegios públicos, ya que se supone que se garantiza una plaza para cada niño. Pero claro, no todos los colegios públicos son iguales. Si así fuera, fin del problema.

Que cada colegio tenga una metodología diferente, unas infraestructuras tan diferentes y que haya tantos factores entre los que decidirse, hace que haya colegios con muchísima demanda y otros a los que les sobran las plazas (que son las que se asignan a los que no han conseguido plaza en ninguno de los indicados en sus solicitudes).

Y ahora entiendo el drama de que tu hijo no entre en la escuela en la que tu querías. Porque va a ser la escuela que lo forme, van a ser sus amigos, va a ser una parte super importante en su vida. Y sí, hay gente a la que nos preocupa eso.

Cuando salió el número del sorteo (13000 y algo) y teniendo en cuenta nuestro número de desempate (41000 y algo de un total de 151000 solicitudes en toda Cataluña) no pude aguantar y me fui directa al colegio a ver las listas.

Detenidamente conté a todos aquellos niños que tenían más puntuación que Bichito (hermanos, familia numerosa, padres antiguos alumnos… lo que fuese). Me salía un total de 30 niños. 30 niños que por sus circunstancias tenían su plaza asegurada.

Después, conté a todos aquellos niños que, con la misma puntuación que Bichito (solo los puntos de zona) se encontraban entre el número del sorteo y nuestro número de desempate. 9 niños más. Es decir, Bichito era el número 10 de estos niños.

La suma me daba como resultado que Bichito tenía la posición 40. Teniendo en cuenta que se ofrecen 50 plazas, parecía que lo habíamos conseguido. Hace unos días publicaron las listas ordenadas y ahí estaba, nuestra valiosa posición 40. A falta de la lista de alumnos admitidos y de formalizar la matrícula (que ahí dices YA ESTÁ DENTRO), podríamos decir que Bichito ha conseguido plaza en la escuela que queríamos.

Fin del drama

Nos hemos quitado un peso de encima, la verdad. Saber que podrá estudiar en el colegio que hemos elegido y con el que nos sentimos más tranquilos es genial.

Pero me ha entristecido mucho ver a una amiga mía que lo está pasando mal porque su número de desempate era el 102000 y está la número 12 en lista de espera de su primera opción. Sin duda, en ese colegio NO VA A ENTRAR y va a tener que esperar a que le asignen una plaza de oficio vete tú a saber dónde. (Estos números de desempate se repartían al azar. No tiene nada que ver cuando entregaste tu solicitud ni de que ciudad o pueblo seas. Se reparten de forma aleatoria.)

Tengo la esperanza de que el colegio que le toque le guste tanto o más que su primera opción, ya que no sería la primera vez que pasa. Lo he leído en muchos comentarios de mi Instagram y en foros. Aún así, puedo entender su angustia y me considero más afortunada que nunca.

Los pollitos también irán a ese colegio en septiembre de 2021, pero como seremos familia numerosa y habrá un hermano dentro, seremos unos privilegiados.

Por otro lado, y para que puedas comparar con otras CCAA, aquí los colegios públicos tampoco son gratis completamente, ya que hay un pago anual de casi 200€ en concepto de material y otras cosas. No es como un concertado, que aunque también vaya a sorteo, te puedes poner en los 150-200€ al mes.

Otros procesos de asignación de plaza

Cuando he hablado de todo esto en mis RRSS, he recibido comentarios de todo tipo ya que en cada CCAA se hace de una forma distinta. También hay que tener en cuenta que mucha gente vive en pueblos más pequeños con menos colegios o que incluso no le importa a qué colegio vaya su hijo, siempre y cuando esté escolarizado. De esa forma la presión y la angustia por la asignación de plaza no es tan grande.

Si vives en un pueblo dónde solo hay un colegio, pues te toca ese y punto, ¿no?

La diferencia del coste de la enseñanza pública en diferentes CCAA también llama mucho la atención, y la verdad, es muy curioso que haya una diferencia tan grande.

¿Cómo va el proceso de escolarización de tu hijo? ¿Has conseguido plaza donde queríais? ¿Qué es lo que peor te parece de estos procesos de asignación de plaza?


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