Este es el proyecto en tonos malvas que os enseñé a principios de mes. Ha sido muy bonito de realizar y hoy os puedo desvelar el secreto. Me cuentan que el regalo ha sido un éxito, me alegro mucho mamis, ¡¡¡un beso a todas!!!
Vamos a ver las fotos y os explico los detalles, en las últimas imágenes os reservo una sorpresa.
La mamá que me escribió estaba enamorada de mi bolso de labores (pincha aquí si lo quieres ver). Ese bolso era de retalitos de telas significativas para mí, que formaban cuadraditos de 6 cm. Para simplificar la elaboración y el precio le propuse usar precortados de 12,5 cm.
El bolso no tiene delantera y trasera, ambos lados son muy parecidos. Me gusta hacer los bolsos así, para que aunque te lo cuelgues de un lado u otro, luzca bonito.
El damero es una de las técnicas más sencillas en el patchwork, pero de verdad os digo que si fuera complicada seguiría usándola y gustándome tanto, me parece preciosa y de una sencillez deliciosa. A veces lo menos es más.
Con una cuadrícula de acolchado el damero luce mucho.
Las cremalleras siempre las pongo amplias, que si no, después, aunque sea un bolso grande, como la cremallera no abra bien, es incomodísimo.
Mi firma va en uno de los laterales.
En uno de los laterales he incluido un bolsillo.
Al ir todo acolchado y con las piezas unidas con vivos al bies, el bolso forma una unidad y eso es muy cómodo en el uso.
Y esta es la sorpresa de este bolso. Sobre tela morada (el color favorito de la maestra) he bordado su nombre y el de todos sus alumnos, para que siempre conserve este bonito recuerdo de todos ellos.
Los nombres en colores variados parecen escritos con tizas de colores. Gracias, Trini, por acordarte de nuevo de mí, gracias a todas las mamis por la confianza depositada, y ahora ¡¡¡a disfrutar las vacaciones!!!