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Resumen del Edicto de Granada (1492)

Publicado el 17 diciembre 2025 por Frank Paya @payafrank

El Edicto de Granada, promulgado por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492, ordenaba la expulsión de todos los judíos de los reinos de Castilla y Aragón que no aceptaran convertirse al cristianismo antes del 31 de julio de 1492 (plazo luego ampliado por motivos logísticos).

El documento se estructura como una justificación seguida de una orden ejecutiva. Sus puntos esenciales son:

1. Justificación religiosa

El edicto afirma que:

  • En los reinos existían “malos cristianos” que habían judaizado, es decir, conversos que seguían practicando ritos judíos.

  • La causa principal, según el texto, era la convivencia y relación entre judíos y conversos, que supuestamente facilitaba la apostasía.

  • Se recuerda que en 1480 ya se había ordenado separar a judíos y cristianos en barrios distintos y que la Inquisición había encontrado numerosos casos de “herejía”.

2. Acusaciones contra los judíos

El documento sostiene que los judíos:

  • Enseñaban a conversos ritos y prácticas de la Ley de Moisés.

  • Circuncidaban a sus hijos, les daban libros de rezos y alimentos rituales.

  • Les instruían sobre ayunos, festividades y normas dietéticas.

Estas acusaciones sirven como base para justificar la expulsión.

3. La orden de expulsión

El edicto establece que:

  • Todos los judíos y judías, sin excepción, deben salir de los reinos antes del 31 de julio de 1492 (o convertirse).

  • Deben marcharse con sus familias y bienes muebles, pero no pueden llevar oro, plata, monedas ni caballos.

  • Quien permanezca o regrese sin permiso será condenado a muerte y sus bienes serán confiscados.

4. Condiciones para quienes se conviertan

El decreto permite que cualquier judío pueda evitar la expulsión mediante el bautismo. Muchos lo hicieron, según las estimaciones históricas posteriores.

5. Autoría y versiones

  • El texto se basa en un proyecto redactado por Tomás de Torquemada, inquisidor general.

  • Existen dos versiones: una para Castilla (firmada por ambos reyes) y otra para Aragón (solo por Fernando).

En síntesis

El edicto declara que la presencia judía es incompatible con la “unidad de la fe” y ordena su expulsión para evitar la influencia sobre los conversos. Es un documento de tono severo, que combina argumentos religiosos, disciplinarios y políticos, y que marca el final de más de mil años de presencia judía en la península ibérica.

El Edicto de Granada (1492): versión comentada para comprenderlo hoy

El Edicto de Granada, firmado por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492, es uno de los documentos más decisivos —y dolorosos— de la historia peninsular. En él se ordena la expulsión de todos los judíos que no aceptaran convertirse al cristianismo antes del verano de ese mismo año. Su lectura en castellano medieval es ardua, pero su contenido puede entenderse con claridad si lo desgranamos paso a paso.

1. Introducción del documento: la voz de los Reyes

El edicto comienza con la fórmula solemne habitual: “Nos, Don Fernando y Doña Isabel…”. Este “Nos” no es plural real, sino plural mayestático, una forma de expresar autoridad. Desde la primera línea, el texto se sitúa en el terreno de la ley, no del diálogo.

Comentario: El tono es firme, casi impersonal. Los reyes hablan como encarnación del Estado y de la fe. No se trata de una carta, sino de un decreto que se presenta como incuestionable.

2. La justificación: el problema de los conversos

El documento afirma que muchos conversos —judíos bautizados— han vuelto a practicar ritos judíos. Según el edicto, la causa principal es la convivencia y comunicación entre judíos y conversos.

Comentario: Aquí aparece el núcleo ideológico del decreto: la obsesión por la “pureza” religiosa. La Inquisición llevaba años persiguiendo a conversos acusados de judaizar, y el edicto se presenta como una solución definitiva. No se expulsa a los judíos por ser judíos, sino por su supuesta influencia sobre los conversos. Es una lógica circular, pero coherente con la mentalidad de la época.

3. Las acusaciones: enseñanza de ritos y prácticas

El texto enumera ejemplos de esa influencia: enseñar ayunos, festividades, normas dietéticas, circuncisión, oraciones, etc.

Comentario: Estas acusaciones son típicas de la literatura inquisitorial. No prueban hechos concretos, sino que construyen una imagen del judío como “peligro espiritual”. El documento no busca demostrar, sino justificar una decisión ya tomada.

4. La decisión: expulsión general

El edicto ordena que todos los judíos y judías abandonen los reinos antes del 31 de julio de 1492. Deben marcharse con sus familias y bienes muebles, pero no pueden llevar oro, plata, monedas ni caballos.

Comentario: Esta parte es la más dura. La prohibición de sacar metales preciosos obligaba a vender propiedades a precios irrisorios. La expulsión no solo era un desplazamiento forzoso, sino también una ruina económica. Además, el plazo era extremadamente breve para organizar un éxodo de miles de personas.

5. Las penas: muerte y confiscación

Quien permaneciera en los reinos después del plazo, o regresara sin permiso, sería castigado con la pena de muerte y la confiscación total de bienes.

Comentario: La severidad de las penas muestra que el edicto no era simbólico. Era una orden ejecutiva con consecuencias irreversibles. La amenaza de muerte subraya la voluntad de eliminar cualquier presencia judía no convertida.

6. La excepción: el bautismo

El documento añade que cualquier judío puede evitar la expulsión si se bautiza.

Comentario: Esta cláusula es clave. La expulsión no es solo un acto político: es un mecanismo de presión religiosa. Muchos judíos se convirtieron para salvar sus vidas y sus bienes, aunque esas conversiones forzadas generaron nuevos problemas sociales y alimentaron la actividad de la Inquisición durante siglos.

7. El cierre: Granada como símbolo

El edicto se firma en Granada, recién conquistada.

Comentario: La elección del lugar no es casual. Granada simboliza la culminación del proyecto de “unidad religiosa” de los Reyes Católicos. El mismo año en que cae el último reino musulmán, se expulsa también a los judíos. Es un gesto político que busca presentar a la monarquía como defensora de la fe católica frente a cualquier diversidad religiosa.

🌿 Conclusión 

El Edicto de Granada no es solo un documento jurídico: es un espejo de la mentalidad de su tiempo. Representa el final de la convivencia medieval y el inicio de una España más homogénea, pero también más empobrecida culturalmente. Para el mundo sefardí, marca el comienzo de una diáspora que aún hoy conserva la memoria de Sefarad.

Edicto de Granada

Resumen del Edicto de Granada (1492)
Copia sellada del Edicto de Granada.


Tipo de textoDecreto (Edicto)

IdiomaEspañol

Redactor(es)Tomás de Torquemada entre otros.

Creación20 de marzo de 1492

Publicación31 de marzo de 1492

Signatario(s)Reyes Católicos

Derogación21 de diciembre de 1969

UbicaciónAlhambra

Cita«Nosotros ordenamos además en este edicto que los Judíos y Judías cualquiera edad que residan en nuestros dominios o territorios que partan con sus hijos e hijas, sirvientes y familiares pequeños o grandes de todas las edades al fin de Julio de este año y que no se atrevan a regresar a nuestras tierras y que no tomen un paso adelante a traspasar de la manera que si algún Judío que no acepte este edicto si acaso es encontrado en estos dominios o regresa será culpado a muerte y confiscación de sus bienes».

por Paya Frank


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