Después de una semana de entrenamiento intensivo, el ejercicio de la fuerza aérea conjunta ‘Bandera Azul’ que reúne a unidades de todo el mundo terminó esta tarde (jueves).
El ejercicio, que se centró en la base aérea de Ovda en el sur de Israel, fue el más grande en la historia del estado judío, incluidos unos 70 aviones extranjeros de todo el mundo, cientos de pilotos y miembros del equipo de apoyo aéreo.
Los participantes en Blue Flag incluyen a los Estados Unidos, Francia, Italia, Grecia, Polonia, Alemania e India, que se unieron a la Bandera Azul por primera vez.
Los planificadores israelíes y sus contrapartes en las fuerzas aéreas participantes comenzaron a planear la Bandera Azul hace más de un año, preparándose para ejercicios que incluyen la elusión de misiles avanzados tierra-aire y maniobras aire-aire.
Más de 1,000 tripulaciones aéreas de todo el mundo participaron en el histórico ejercicio. Cada nación participante trajo tecnología y herramientas de aviación únicas para esa nación.
La IDF explicó que el propósito del ejercicio era simular escenarios de combate extremos y volar en la “coalición”. Los escenarios de combate incluían diferentes escenarios ofensivos y defensivos, así como diferentes tipos y formaciones de escuadrones de combate enemigos.
Las diversas incursiones en el ejercicio se componen de un escuadrón “Rojo” y un escuadrón “Azul”, con muchas clases diferentes y modelos de aeronaves, de todos los países que volaron juntos. El Escuadrón Rojo 115, que es responsable del entrenamiento de todos los escuadrones en el Cuerpo, actuó como la fuerza enemiga y planteó un desafío estratégico similar a las amenazas reales en el campo.
Durante las misiones, los aviones de combate y los aviones de transporte se enfrentaron a los desafíos planteados por el Escuadrón Rojo, incluidos los vehículos aéreos no tripulados, una batería Patriot que imitaba los misiles de amenaza aire-tierra y los aviones de combate F-16 del escuadrón. El ejercicio requirió que los aviones del Escuadrón Azul trabajaran juntos a pesar de la diferencia en doctrina y tecnología de sus respectivos ejércitos.
Los diversos equipos se movilizaron para trabajar juntos contra una fuerza enemiga, y se clasificaron de acuerdo con su desempeño. La fuerza que sufrió la menor cantidad de impactos del fuego enemigo fue declarada vencedora de cada enfrentamiento. Además, los equipos practicaron ataques dirigidos en las profundidades del territorio enemigo y entrenamiento que involucró un vuelo intensivo. En cada etapa del ejercicio, el nivel de dificultad de las misiones aumentó.
Además, esta semana, el comandante de la Fuerza Aérea Británica, el general Sir Stephen Hillier, visitó Israel por primera vez en 20 años. El comandante de la Fuerza Aérea Británica recorrió las bases de la Fuerza Aérea y participó en un simulacro de entrenamiento en el Centro de Entrenamiento Misionero.
La IDF señaló que esta visita marca un aumento en el alcance y el nivel de cooperación entre la Fuerza Aérea de Israel y la Fuerza Aérea Británica.
Fuente: Arutz Sheva