"La conquista de América: el problema del otro" se publicó originalmente en 1982 y es uno de los trabajos más reconocidos del historiador, filósofo y teórico búlgaro-francés.¿De qué trata el libro?Es una investigación, estudio y reflexión que parte de del reconocimiento de lo propio y lo foráneo. Bajo el relato de la historia de la conquista de América, el autor Tzvetan Todorov ahonda en el proceso comunicativo que implica el análisis de los signos y la interpretación de lo que se percibe como un elemento básico en la aplicación del conocimiento por parte de los seres humanos. Se entiende a “Nosotros” como la agrupación colectiva de los europeos que llegan a nuevas tierras y al “otro” como a las comunidades nativas de estas tierras, los indígenas. Bajo cuatro capítulos titulados “Descubrir”, “Conquistar”, “Amar” y “Conocer” nos aventuramos a conocer las formas en las que se gestaron las relaciones entre los unos y los otros, precisando sin lugar a dudas los mecanismos de coerción, persuasión y condicionamiento propios del contexto histórico en el que se desarrollan estos eventos. El libro tiene como finalidad central explicarnos como a través de ejemplos muy claros se da el comportamiento humano, su relación con su entorno, su comunidad conocida y lo desconocido, teniendo como base el ejercicio comunicativo que trasciende las palabras y llega a ser una experiencia sensorial que implica la integración de todos los sentidos y los preceptos aprendidos desde nuestra llegada a este mundo. En un primer momento Colón juzgaba a las comunidades indígenas bajo el sistema de valores europeo que él conocía, y hacia una interpretación de su entorno basada en ese ideal. Sus preceptos monárquicos, la defensa de la fe católica y la obtención de riqueza serían los motores de su travesía y su estadía en estas tierras desconocidas. Todorov señala una concepción ingenua del lenguaje por parte de Colón ya que al escuchar las palabras de los nativos las adecuaba al castellano intentando descifrar su significado teniendo como fuente el significado en el idioma de los reyes católicos, como si este fuese sustento válido para la interpretación que el quería hacer de palabras locales como “cacique”. Colón intentaba descifrar si con esa palabra se referían a un rey o a un gobernador. Bajo ejemplos y situaciones de este tipo el autor señala su idea central. Haciéndonos ver la importancia de las relaciones humanas entre diversas sociedades, el poder de la comunicación y el respeto por las identidades. “La conquista de América: el problema del otro” es un análisis de las relaciones humanas, su apreciación del entorno y la puesta en práctica de convenciones que tienen como fundamento preceptos que se han cimentado en nuestra mente de acuerdo al lugar del que provengamos. Es también un llamado a entender lo foráneo, lo que es distinto a lo que teníamos aprendido y a reconocer la inmutable validez de la interpretación del todo a través de elementos tan simples y complejos a la vez, como los signos. ¿Cuáles son los planteamientos que el autor desarrolla en el capitulo “Descubrir”?Subdividido en tres partes “El descubrimiento de América”, “Colón hermeneuta” y “Colón y los indios” el autor plantea al descubrimiento del continente americano como un escenario especial para entender las dinámicas sociales y conductuales de los seres humanos. Para Colón adentrarse en estas tierras significaba la consecución de tres pilares centrales para la conquista, el primero es el factor humano, representando en la búsqueda y obtención de riqueza, especialmente oro, aunque veremos a lo largo del texto que para Colón además del oro había otros motores ligados al entorno visual, esto nos lleva directamente al segundo factor: el natural, representando en la fauna y flora de estos territorios. Para Colón elementos como el fuerte color verde de los árboles, su inmensa variedad, los distintos tipos de animales y frutas tendrían un valor añadido si se conociesen en Europa. Para él era posible que en los árboles hubiese en demasía propiedades medicinales que curasen enfermedades muy comunes en el continente europeo y esto podría significar ganancias para la corona. Pero a decir verdad además de esos beneficios, el simple hecho de apreciar la belleza de la naturaleza se convirtió en una constante en los relatos que daba el conquistador sobre el territorio al que había llegado, por lo que podría pensarse que la sencilla experiencia de disfrutar la naturaleza era ya un motor importante que se ligaba a la impresión que quería dar a la corona. El tercer factor es uno que se recalca en todo el texto en buena manera: el divino. Para Colón financiar las cruzadas y el proyecto evangelístico de la iglesia católica era esencial. En sus misivas enviadas a los reyes católicos era muy usual encontrar menciones a este hecho y a la premura que para él significa hacerles llegar oro y riquezas a sus majestades con la finalidad de que a su vez el papa de turno recibiese en beneficio grandes aportes procedentes de la empresa de la conquista. Era usual leer en las cartas de Colón referencias bíblicas y su consigna religiosa presente que le hacía creer incluso que todo lo que hacía era motivado por la obra de Dios. Podría decirse entonces que el oro era el medio por el cual Colón atraía la atención de la monarquía para así subvencionar sus viajes que su vez significaban su ideal firme de la expansión del cristianismo en los territorios a los que llegaría. El autor plantea que el proceder de Colón estaba ligado a la noción europea de colonización de territorios para anexarlos a la corona bajo ideales muy bien trazados pero que desconocía en buena medida el entorno natural y social de las personas de los territorios a los cuales llegaba. Implantaba sus creencias y valores desconociendo la importancia de las prácticas locales y elementos básicos como su lenguaje. Renombró islas a la usanza castellana como “San Salvador”, “Santa María de Concepción”, “Fernandina”, “La Isabel” y “Juana”. La primera en honor a Dios, la segunda en honor a María, la tercera en honor al rey, la cuarta a la reina y la quinta a la heredera al trono. Prácticas como esta se hicieron muy habituales y demuestran la imposición de preceptos europeos sobre los locales, llevando incluso a la marginalidad las costumbres, habla y valores de las comunidades nativas. Colón había conservado en su persona dos rasgos dignos de figurar hasta en su nombre: el evangelizador y el colonizador. Además del uso del lenguaje hablado y escrito, Colón se aprovechaba de lo simbólico y basado en sus conocimientos previos amenazaba a los locales con robarles elementos de la naturaleza como la luna. Lo hacía sabiendo, por ejemplo, que para la noche del 19 de febrero de 1504 habría un eclipse lunar, al notar los locales lo ocurrido en el cielo cumplían sus exigencias, trayéndole comida y todo lo que solicitaba. Hechos como este demuestran subyugación, pero también un aprovechamiento basado en el conocimiento de eventos naturales que Colón dominaba por su esencia de navegante y su constante mirada al cielo y la posición de las estrellas, que le servían como guía. Aquí vemos el plano comunicativo, simbólico e interpretativo.
¿Qué analizan de la actitud o acción planteada en cada capítulo?Se percibe que el autor busca situarnos en un punto de mira analítico y reflexivo. Colón ya no solo es un colonizador y evangelizador en sí mismo sino que tiene un sentido científico y más cercano al hombre moderno que disfruta de la naturaleza y lo experimenta por el simple hecho de tener placer por lo que se ve. El autor plantea en los cuatro capítulos la preponderancia del aspecto comunicativo y lo simbólico como un elemento clave en el desarrollo del proceso de la conquista y la visión de la corona sobre lo que Colón hacía en ultramar. También especifica en las relaciones sociales y lo errado de querer implantar el ideario colectivo propio de una región como Europa a las comunidades nativas de territorios como los hoy americanos como si las dinámicas fuesen exactas y similares. Esto se evidencia en aspectos como el lenguaje y el querer definir lo que se escucha por hablantes nativos como parte de una significancia europea. En cada capítulo del texto y conforme avanza la historia se da testimonio de todos y cada uno de los mecanismos que utilizó Colón para hacer viable su empresa y que esta siguiese siendo benéfica ante los ojos de la monarquía y la iglesia. Su accionar se promulgaba bajo el dogma católico y la extracción de oro, aunque esto significase engañar a los nativos cambiándole el precioso mineral por baratijas como espejos. Colón ciertamente se aprovechó de estas comunidades pero luego se hizo notar como su evangelizador personal trayéndoles las buenas nuevas del evangelio a la usanza vaticana. Con el uso de imágenes vemos además el accionar de la conquista y su influencia en Mesoamérica y el resto del continente. La actitud planteada en cada capítulo va coherentemente ligada a la tesis central del autor que considera a la conquista como un evento que va más allá de sí mismo, tiene un razonamiento lógico, una implantación de valores de pueblos poderosos sobre los otros, que son comunidades con problemas que ahora aumentan, con otra forma de vida y con otra visión del mundo. ¿Qué relación tienen los planteamientos expuestos en el capitulo con los postulados de Bachelard, las escuelas filosóficas y en general con la construcción del conocimiento?Los planteamientos del capítulo se relacionan en gran medida con los postulados de Bachelard y las escuelas filosóficas, además de la construcción del conocimiento al momento que percibimos que hay que dejar los prejuicios y preconceptos que tengamos a la hora de sumergirnos en un entendimiento de otros seres humanos, su entorno y su cultura. No hay que intentar superponer nuestros valores por encima de las creencias de los otros ni atentar contra sus dogmas o prácticas, ya que estas son parte de lo que ellos son y les hace valiosos. El autor plantea en varias ocasiones este problema y lo enfoca en lo simbólico, lo comunicativo y lo epistemológico. Hay que saber que el conocimiento tiene varios caminos y no solo uno y al momento que apreciamos las vivencias de los otros nos hacemos necesariamente más reflexivos ya que entendemos que nuestra opinión y forma de ver la vida no es la única importante, sino que es necesario defender los postulados de los demás y hacerlos parte de la maravillosa experiencia que significa la vida. Hay que limitar esos obstáculos que a veces nos formulamos y apreciar la diversidad. Las escuelas filosóficas como el pragmatismo, el idealismo, el empirismo, el positivismo, el materialismo, el racionalismo y el realismo son corrientes que precisamente emergieron para dar visibilidad los distintos enfoques con que se puede analizar una misma situación. Su presencia es clave a la hora de desarrollar una sociedad más justa, abierta, que entienda la diferencia y que a su vez comprenda las carencias, necesidades y errores que se han cometido y deben ser saneados. La construcción del conocimiento debe necesariamente llevarnos a ser más críticos pero también reflexivos y empáticos con quien piensa distinto, es una base elemental para la germinación y prolongación de mejores sociedades.