Hola, de nuevo, seguidores y seguidoras de este blog. Seguramente much@s habréis pensado que esta mirada se había apagado sin despedida alguna. Como podéis ver no ha sido así; esta mirada viene con más fuerza que nunca para seguir comentando todo lo que ocurre en este mundo.
Han sido tres meses largos de ausencia, ausencia justificada. Tres meses en los que he aprendido muchas cosas. No quisiera escribir esta entrada sin explicar, de alguna forma, los motivos que han hecho que esta ausencia haya sido tan larga porque pienso que, vosotr@s que, día a día y artículo a artículo, me leéis os merecéis esa explicación.
Lo que me hizo retirarme, en un primer momento, fueron malos momentos personales que, por suerte, ya quedaron atrás, malos momentos que no me dejaban el tiempo suficiente para poder escribir en este blog. Los meses siguientes, fueron mejores, aunque el tiempo tampoco primaba y pensé que quizás esta mirada necesitaba un tiempo de descanso.
Ahora, llegado septiembre, y con el comienzo del nuevo curso me veo con más fuerzas que nunca para retomar mis palabras, ahi donde las dejé en el mes de mayo. Mucho tiempo ha pasado y muchas cosas han sucedido, por fin podemos ver a Bárcenas en la cárcel mientras los dirigentes del PP se encargan de destrozar los discos duros que demuestran, posiblemente, las pruebas concluyentes de la investigación; tenemos un país que a duras penas sale de la crisis con un presidente que sigue escondiéndose en los momentos duros; una posible guerra en Siria que podría desencadenar, y sino al tiempo, en una Tercera Guerra Mundial, esperemos que no sea así; en fin, muchas noticias preocupantes que iremos observando en donde pueden terminar.
Para terminar solo decir que la vida me está ofreciendo una segunda oportunidad que yo he tomado de la mano para no desaprovecharla y que de lo malo se aprende y, también, se gana. Que con esfuerzo y demostrando lo que uno vale vienen las recompensas. Solo espero recompensaros con mis palabras por el tiempo perdido y que el resurgimiento de este blog vendrá con la misma esencia donde se quedó anclado.