Unas empresas hablan de retener al cliente, llamado así porque está a punto de darse de baja de tal o cual empresa, por descontento que suele venir dado por una desconfianza generada por abuso por parte de la empresa con sus clientes. Esta empresa lo único que consigue de esta manera es generar una relación negativa, de boca-oreja que le pondrá antes o después en el ojo del huracán. Además de ser punto de mira de numerosas reclamaciones, en los organismos que dedicados a ello. Y en un país donde subir un peldaño cuesta sudor y lágrimas, pero bajar sólo es cuestión de segundos, es una estrategia poco recomendable, por ser muy peligrosa, que más de uno debería replantearse ahora sobre todo con el auge cada vez mayor de las redes sociales. Cada vez estás siendo observado por más personas y desde diferentes ángulos, llegando un momento en que no podrás ocultar nada.
Mejor será entoces fidelizar al cliente buscando, hasta debajo de las alfombras, formas para que se sienta satisfecho con los productos ofrecidos y sean los hechos los que le convenzan y no las palabras.
Otras empresas hablan de mantener al cliente. Pero al cliente no se le ampara en la posesion del producto adquirido, se le hace creer que sí, que tiene la máxima cobertura al disfrutar de su producto, lo cual no es cierto. Al primer síntoma de que algo no va bien, al cliente se le introduce en un laberinto con poquísimas salidas que suelen tener peaje. Haciéndole creer que siempre estuvo equivocado. Y transmutando del sentido común en algo irreverente.
Y están las empresas que quieren transformarse en MARCAS, y redescubren a aquel viejo amigo al que dejaron de hablar, FIDELIZAR. Ahora si pude entablar conversación con su viejo amigo, porque hay un cambio interno, se ha curado de ideas o conceptos que le llenaron los oídos de sueños de dinero, dinero, dinero, rápido y fácil a costa de todo y de todos. Pero ahora después de ver que su producto no es el único del mercado, que hay infinidad de ellos, y muchos de ellos bastante mejores. Ya no le vale gritar que es el mejor. Porque ahora ha llegado el momento de demostrarlo y convencer por los actos. La Fidelización de los clientes viene dada por la relación de satisfacción con el producto vendido, un producto que si es verdadero, por si sólo vende. Esta satisfacción va a ser la que genere captación de nuevos clientes, el convencimiento en el producto y por tanto una casi segura siguiente venta. Cuando existe un fluir coherente y rico en experiencias y vínculos entre cliente y empresa, a través un diálogo abierto con puntos de vista enfrentados, que serán los que hagan crecer a ambas partes. Entonces podremos empezar a hablar de satisfacción, porque hay una reciprocidad, un dar y recibir.
