El retinol es uno de los activos cosméticos más utilizados en la actualidad, sobre todo en pieles maduras. Si te preguntas qué es el retinol, es la vitamina A en forma de activo cosmético, y forma parte de una familia denominada retinoides. Numerosos estudios e investigaciones realizados a lo largo de la historia han confirmado que el retinol tiene una gran capacidad para mejorar la textura y firmeza de la piel.
Ayuda a minimizar las arrugas, así como las líneas de expresión, dos de los signos de envejecimiento de la piel más comunes. También es un ingrediente estupendo para uniformizar el tono cutáneo, atenuando las manchas producidas por el sol y/o la edad.
¿Qué es el retinol?
El retinol, o vitamina A, es una vitamina liposoluble que tiene un papel muy importante en numerosas funciones del organismo. Se engloba dentro de las vitaminas antioxidantes, aunque, a diferencia de otras como la vitamina C, el retinol no se expulsa del cuerpo a través d la orina.
Se conoce como retinol a la vitamina A en forma activa. Una vez se oxida, se convierte en ácido retinoico. Este último tiene una eficacia mayor para tratar las arrugas y otros signos de envejecimiento en la piel, aunque también tiene más efectos secundarios.
Es especialmente conocido por sus propiedades antioxidantes y antienvejecimiento. Además, interviene activamente en el desarrollo y la regeneración de algunos tejidos, así como en el sistema inmune.
Beneficios del retinol
- Favorece la síntesis de colágeno: uno de los principales beneficios para el cuidado de la piel tiene que ver con el colágeno. Una sustancia que produce el organismo de forma natural, pero que a medida que avanza la edad su síntesis disminuye de forma progresiva. Es por ello que resulta tan importante la aplicación tópica de retinol, ya que el colágeno evita la flacidez y permite conservar el óvalo facial.
- Hidrata la piel: la hidratación de la piel, tanto por dentro como por fuera, es muy importante para que esta se mantenga en perfecto estado de salud y, además, tenga un aspecto reluciente. Pues bien, el retinol aporta una gran hidratación, no solo en la superficie, sino en las capas más profundas de la piel.
- Minimiza las manchas: también resulta muy beneficioso para minimizar la apariencia de las manchas que aparecen en la piel por el sol y/o la edad. Así, el rostro tiene un tono mucho más uniforme.
- Cierra los poros: esta sustancia también ayuda a cerrar los poros, actuando así a modo de escudo protector ante las agresiones externas. Por lo tanto, la piel está más protegida ante la contaminación y otros radicales libres.
- Regula la producción de grasa: el retinol es especialmente beneficioso para pieles grasas ya que regula la producción de sebo. Así, minimiza de forma notable los brillos característicos de este tipo de pieles, mejorando su aspecto.
- Favorece la renovación celular: esta sustancia también se utiliza en el ámbito de la cosmética para favorecer la renovación celular. Retrasa el envejecimiento prematuro de la piel, algo especialmente positivo en pieles maduras.
- Mejora las arrugas: y, por último, el retinol mejora el aspecto de las arrugas y las líneas de expresión, dos de los signos de envejecimiento más frecuentes.
¿Cómo actúa el retinol en la piel?
El retinol tiene grandes propiedades antioxidantes, evitando así el envejecimiento prematuro tanto de la piel como de las células. Combate de forma efectiva los radicales libres, como la polución.
Al mismo tiempo, estimula la producción de colágeno, ayudando con ello a tener una piel mucho más uniforme y sin manchas, con un aspecto más joven. Su contenido en betacarotenos convierte el retinol en uno de los mejores aliados para una pigmentación de la piel más sana y uniforme.
Aplicación del retinol
Los expertos recomiendan utilizarlo cuando se empiecen a percibir los primeros signos de la edad en la piel. Esta sustancia ayuda a disminuir tanto las arrugas como las líneas de expresión. Además, minimiza las manchas, uno de los efectos secundarios más comunes de daño solar.
Es importante que la aplicación del retinol se haga en el momento adecuado. Por la mañana no es una buena idea ya que luego la piel se expone al sol. Por lo tanto, lo mejor es hacerlo por la noche.
La rutina debe ser la siguiente. Primero, limpiar la piel con un limpiador suave y pH neutro, que cuide y conserve las propiedades naturales de la piel. Cuando el rostro esté completamente limpio, es el momento de aplicar la crema retinoide.
El uso excesivo del retinol puede causar graves trastornos en la piel, como descamación y enrojecimiento. Así, lo mejor es introducir esta sustancia de forma paulatina en la rutina de cuidado nocturno. En cualquier caso, no se recomienda utilizar productos ricos en retinol a diario.
Retinol y ácido retinoico
En ningún caso hay que confundir el retinol y el ácido retinoico porque no son la misma sustancia. Dicho de una forma sencilla, cuando el retinol se oxida, da lugar al ácido retinoico. La fórmula de este último es mucho más concentrada, de forma que el ácido retinoico tiene una mayor efectividad. No obstante, también presenta más efectos secundarios, sobre todo en pieles sensibles y atópicas.
Precauciones con el retinol
Aunque el retinol es una sustancia con un amplio abanico de beneficios para la piel, hay que tener en cuenta una serie de precauciones en relación a su uso. Si se aplica en concentraciones elevadas y en forma de ácido retinoico, existe un alto riesgo de que surjan problemas en la piel, como picores, descamación, e incluso quemaduras en los casos más graves.
Para utilizarlo de forma adecuada, hay que hacerlo de manera progresiva. Se recomienda ir aumentando la dosis con el paso del tiempo, de modo que la piel pueda adaptarse.
Tampoco se recomienda la aplicación en la piel tanto antes como después de la exposición al sol ya que puede provocar la aparición de manchas. Y, por último, en ningún caso se recomienda el uso durante el embarazo porque puede afectar negativamente al feto.
A modo de conclusión, cabe destacar la gran capacidad regeneradora del retinol, tanto con la piel como con las células. A la hora de adquirir cremas con retinol, la concentración de esta sustancia ronda la gran mayoría de las veces el 0,2%. Esta cantidad es más que suficiente para aprovechar todos sus beneficios. Hay que ser constante en la aplicación de productos cosméticos para obtener los resultados deseados.