Quizás pueda parecerte que ahora ralentizamos el ritmo, pero el Kakebo es un trabajo de día tras día y de quitar los bloqueos que se han construido a lo largo de toda la vida sobre las emociones que nos produce el dinero.
Hoy la tarea puede parecerte enrevesada, aunque mecánica y casi confundirse con la simpleza. Pero todo ese galimatías de palabrejas y conceptos vamos a ignorarlos hoy.
El día anterior apuntaste cada concepto de gasto del mes pasado en una categoría. Espero que lo hayas hecho en su día correspondiente como te indiqué.
Si tienes un cuaderno Kakebo físico te pedirá que realices los cálculos por semanas y te conviene hacerlos así para luego tener el total mensual.
En el caso de tener el Kakebo en Excel, te hace los cálculos automáticamente y solo tendrás que realizar la parte de analizarlos.
Creé el excel porque esta parte me parecía la más tediosa. Tiene su magia coger la calculadora, sumarlos, recordar lo que sentiste con ese gasto evocándolo cuando recapitulas esa cifra. Pero yo no disponía de ese tiempo y mucho menos ahora que soy madre de dos chavalines. De todas formas, conviene que cuando lo analices, siempre tengas presente la emoción evocada con el gasto.
Para que te resulte más fácil verlo todo, en tu cuaderno de Kakebo, en una hoja en blanco, en aquel formato en el que estés realizando tu reto, apunta la siguiente tabla:
Bueno, tras hacer todas las cuentas, o tras revisar tus emociones al mirarlas, vamos a irnos a una tarea anterior. Y lo suyo sería que respondieras a esta pregunta con total sinceridad y te explayaras en la explicación:
¿El presupuesto que te pusiste coincide con los gastos realizados el mes anterior?
¿Gastaste menos? ¿Gastaste más? ¿Cómo te sientes ante esa cifra? ¿Qué se descuadra entre tus emociones? ¿Por qué?