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Pues... por fin, ¡Ya he terminado el Senbazuru!
Ya había terminado las grullas anteriormente, pero todavía no las había unido, eso era lo que faltaba, unir las 1000 figuras.
En esta ocasión, y la última de este tema, confirmo que he concluído este reto, tuvo que transcurrir casi un año entero para lograr esta hazaña.
Como había dicho con anterioridad, cada grulla la realizaba con unos 19 movimientos, por lo tanto, para terminar este Senbazuru tuve que hacer 19,000 pliegues, parecen muchos, y en realidad si son muchos, jejeje, pero ya están en mi pared.
No sabía que presentación le daría al final, por eso no las había unido, preferí terminarlas todas y después pensar en qué hacer.
La estructura en forma de ¨árbol¨ que se vé en todos lados que se habla de un Senbazuru no me convencia del todo. A parte de que no me gusta la forma que toma, había otro problema, ¿En dónde la pondría?, así que por eso opté por pegarla a la pared.
Creí que sería muy simple ponerlas así nada más, entonces se me ocurrió ¨dibujar¨ una grulla gigante utilizando las tiras de grullas.
Al final pensé que sería muy complicado y que no se vería bien el resultado, así que lo mejor sería solamente dejarlo como ¨cascada¨.
El senbazuru lo comencé el 18 de Julio del 2011 y lo terminé el 17 de Junio del 2012.
Decidí que este día fuera la publicación de la entrada ya que es una fecha muy importante para mí.
La razón que me impulsó a realizar el Senbazuru ( y de hecho todo el blog ) fue esta gran pérdida que tuve, dicen que el hacer un Senbazuru nos dá la posibilidad de pedir un deseo sobre salud, creo que debí de haberlo hecho antes. Tal vez si no hubiera pasado ésto no existiría ni el Senbazuru ni el blog.
Podría parecer que todo ésto que hago viene de felicidad o alegría, pero no es así, sino que nació de un acontecimiento triste y nostálgico.
Existieron algunas curiosidades al terminar este proyecto.
Según yo, ya estaban listas las 1000 grullas al momento de querer unirlas, pero en la última tira pasaron cosas raras:
- Me faltaban 2 grullas grandes, y pues tuve que hacerlas.
- Al unir las grullas pequeñas ví que me excedía, tenía 13 de más.
- Al pegar las grullas en la pared, decidí empezar del centro y las grullas miraban hacía la derecha y hacia la izquierda.
- Viéndo hacia la derecha puse 10 tiras, así que se supone que para la izquierda serían 15. (25 x 40)
- Al terminar, me doy cuenta de que no había 15, sino que me había equivocado en 1, y adivinen... ¿Cuántas seguidas había a la izquierda?, sí... 13.
- Todos los días habían estado muy tranquilos y calurosos, ese día que terminé el Senbazuru hizo mucho aire, un poco fuerte. El día de la tragedia también estuvo haciendo mucho aire, un aire tétrico y triste.
- El día estuvo con mucho viento, y se cayó un florero que tenía una planta que se bendice el día de pascua. El florero se cayó exactamente en mi ventana, nunca se había quebrado nada ahí.
- En todo el proceso del Senbazuru, y eso es casi un año, estuve solo haciéndolo, en la última tira estuvo mi sobrino acompañándome.
- Mi sobrino nació unos cuantos días antes de la tragedia.
- En más de una ocasión he dicho que mi sobrino se parece a su comportamiento a veces, aunque ésto se escuche un poco loco, salió uno y llegó otro, hace cosas que me lo recuerdan.
- Todo el día lo sentí muy raro, son de esas cosas que no puedes explicar pero sabes como se sienten.
Ya sé que ésto no tiene nada que ver con el Origami, pero pues es mi blog y es algo que quería compartir.
Coincidencia o sugestión, quién sabe, sea lo que sea tengo que vivir con eso y ahora también ya es parte de ustedes, jejeje.
¿Qué más cosas raras iré a vivir?
Fin.
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