que mi amigo Rafa continúa su viaje en bici hacia Nepal, o que he completado recientemente el CrossPenedos do Lobo (media maratón de montaña), aunque esas historias merecen artículos independientes.
Mientras tanto he continuado mis entrenamientos por las zonas habituales, con algún parón debido a problemas médicos.
Al menos puedo decir que la progresión física ha seguido por buen camino, me falta la potencia en subida y la técnica en bajada que perdí durante el período en que había estado lesionado, aunque la media de mis prestaciones la considero bastante aceptable, siempre desde el punto de vista de un corredor vocacional-recreacional que rara vez "se come un rosco".
De los incendios producidos en el monte do Espinle, zona habitual de mis entrenamientos situado entre A Coruña y Arteixo, junto a Feans y Mesoiro, todavía permanecen las zonas quemadas con cenizas aunque, al menos, las últimas lluvias han permitido que podamos contemplar los brotes de algunas plantas, principalmente "os Toxos" junto con algún helecho y gramíneas, auténticos especialistas en re-colonizar el suelo quemado, por algo buena parte de esos territorios se convierten en impenetrables cuando esos Toxos crecen.
La proximidad a zonas habitadas permitió controlar las
llamas con relativa facilidad, aun así, la desolación en
las zonas quemadas es evidente.
Estas 3 fotografías fueron tomadas el 4 de agosto,
1 semana después del incendio
Junto a las brigadas en tierra llegaron a participar 1 avión y
varios helicópteros
Cenizas, tallos quemados y brote de Toxo
Uno aquí, otro allá...
Brotes de vida en medio del cáos