Muchas veces pasa que poco a poco nos vamos sintiendo vacíos, sin objetivos claros, alejados de toda espiritualidad, como si nos hubiéramos convertido en las sombras de lo que una vez fuimos... Calma, esto lo experimentan muchas personas actualmente, sobre todo aquellas que en algún momento de sus vidas habían alcanzado cierto avance espiritual (sintiéndose casi completos o listos).
Hay quienes afirman que este "no es un año para recibir dones", vuelve lo material a predominar en nuestras vidas, si bien el camino espiritual no debe perderse de vista, el propio ciclo que vivimos nos orilla a permanecer un tanto alejados de lo Divino.
Viene a mi mente una parte del relato cristiano en que Jesús oró en el monte Getsemaní, similar a lo que se narra, muchos de nosotros estamos bajando a nuestros propios infiernos separándonos de la Energía Divina, algunos podrían señalarlo como una prueba, en la que terminaremos por elegir un rumbo verdadero.
Transitar por las zonas densas de nuestra propia personalidad no será (no es) fácil, pero el camino no está escrito, se escribe al andar, con cada paso y cada decisión que se tome o se omita. Al finalizar este ciclo, y en base a lo que vivamos en este período, podremos vernos nuevamente en esplendor... o como simples humanos camino a su decadencia...
Despertemos!!!
@JosueAlquimista
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