Retomando lo que dejé atrás

Marin|FreeDigitalPhoto.net

Ya era hora. Llevaba 4 años sin tocar un libro de esos cuya lectura te atrapa y no puedes parar de leer. Hasta ahora me he tenido que conformar con leer solo artículos o libros relacionados al desarrollo de los niños, crianza y maternidad en general.
Pues al fin pude sacar más de una hora para leer uno de esos libros que permanecían en la mesita de noche esperando por esos minutos de descanso que no llegaban. La culpa era del cansancio típico que arrastramos las madres. Mis ojos y mi cuerpo se rendían con solo mirar el libro. 
Pero ya pasé esa etapa en la que todo el tiempo estaba detrás de Adrián y supervisándolo en todo. Ahora mi niño está más independiente y es capaz de quedarse por ratos solos jugando, viendo su película favorita y hasta jugando con los perros de la casa. Momentos oportunos para retomar lo que dejé atrás al convertirme en mamá.
Algo tan simple como un buen baño sola, sentarme a hacer mis necesidades sin que me toquen la puerta, tomarme un café sin tener que salir corriendo porque escuché un llanto, hacer ejercicios en casa sin que me agarren la pierna en cada salto, dormir hasta un poco más tarde, sentarme a comer y tener la comida caliente, tirarme al mueble para ver una película completa, ir al cine y no tener que salir a la mitad porque el niño se puso inquieto y hasta leer varias páginas de un libro sin perder la concentración.
No me he desentendido de mi hijo y de mi rol de mamá. Sigo siendo 24 horas mamá. Solo creo necesario retomar lo que dejé atrás y me hacía feliz. Si yo soy feliz, mi hijo también lo será.
Ahora estoy más relajada pero siempre alerta. Disfruto de haber llegado a esa etapa en la que realmente puedes tener de todo un poco y la vida realmente está balanceada.
Y tú, ¿ya llegaste a esa etapa? ¿Qué te gustaría retomar de todo eso que dejaste atrás?
Recuerda que puedes leer otras de mis historias en el Blog de BabyCenter.