No me lo creo ni yo, pero después de varios meses por fin puedo decir que no tengo nada que hacer. Ni reformas, ni sitios que decorar, ni bodas….. Me he quitado un gran peso de encima, tantas responsabilidades, tantas cosas por preparar. Sin darme cuenta ha llegado el mes de julio y ahora me toca ponerme deprisa y corriendo a buscar destino de vacaciones, con tanto lío ni me acordaba que están a la vuelta de la esquina, por cierto se aceptan sugerencias, a ser posible destinos con playa.
El caso es que ahora que vuelvo a disfrutar de tiempo libre se me ocurren tantas cosas por hacer que me van a faltar días, eso sí los planes son más bien sencillos, pero apetecibles, al menos para mí.
Lo primero de todo es retomar el blog como dios manda, publicar tres veces por semana, hacer nuevos tutoriales, compartir más patrones y terminar de una vez por todas esas colaboraciones que tengo a medias desde hace mucho tiempo.
Por supuesto, tejer, hace tiempo que no lo hago, ni siquiera un ratito y echo mucho de menos sentarme en mí sofá, ponerme una serie y pasarme la tarde tejiendo sin pensar en nada más.
Leer, a mí que me llamaban ratón de biblioteca y este año creo que ha sido el que menos he leído, 3 o 4 libros en lo que llevamos de año para mí es poco, así que este verano pienso leerme todos los libros que pueda. Ya he empezado, con un libro del que todo el mundo habla, La chica del tren, de momento lo poco que llevo me está gustando.
Volver a interesarme por la cocina, esto sé que me va a costar más, con lo que me gusta comer y lo poco que me gusta cocinar. Este verano quiero aprender nuevas recetas y por supuesto quiero compartirlas con vosotros.
En fin, que no hay nada más satisfactorio que pensar que tengo todo un verano por delante para hacer esas cosas que tanto me gustan, sin agobios, sin estrés, sin prisas… Un verano para mí sola, para hacer lo que me dé la gana sin compromisos, ni obligaciones. ¿Me acompañáis?