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Es difícil expresar la sensación de volver a visitar la ciudad de mis anhelos, la gran manzana, un lugar irreal, dónde se reúnen todas las culturas del mundo, donde a cada paso puedes cruzar con seres inmersos en su individualidad pero compartiendo lo colectivo. Es la sexta ocasión que decido ir a la capital del mundo, al sueño americano, aunque sea por unos instantes quiero sentirme parte de esa gran cultura, la mezcla de colores, la profesionalización de la vida cotidiana, donde el glamour y la contracultura cohabitan y comparten sus límites, donde el arte palpita y se ubica en cada rincón, acontece lo inesperado, todo se trastorna y en un segundo vuelve a la calma, ahí mismo al caminar entre la sombra de los rascacielos, topando con los límites hasta llegar a los ríos, en el corazón de la isla, en los polos de cada parque, observando las mercancías, disimulando ante las almas desamparadas que deambulan por los suelos en busca de caridad, encontrando las marquesinas de los teatros repletos de sueños y los escaparates que gritan por su libertad, ante los desfiles que pronuncian la transformación del entorno y el fin de la opresión. Cuando miro por las tardes las bolsas de basura en la calle, recuerdo que todos han complicado el entorno, entonces acudo a pasar entre los estantes de la librería para transportarme a la próxima estación del subterráneo. Por la noche, vagar incansablemente por las calles apenas alumbradas y detenerme ante los sonidos de las sirenas y el humo que emerge de las coladeras. La soledad camina junto a mi y entonces miró para saber la ubicación exacta donde se encuentra escondido mi gran amor y como es un slogan digo: I love New York.
It is difficult to express the feeling of returning to visit the city of my desires, the big apple, an unreal place, where they meet all cultures of the world where every step you can cross with people immersed in their individuality while sharing the collective. It is the sixth time I decide to go to the capital of the world, the American dream, even for a moment I want to be part of that great culture, the mixture of colors, the professional everyday life, where glamour and counterculture cohabiting and share their boundaries, where art beats and is located in every corner, the unexpected happens, everything goes haywire and a second returns to normal, right there walking in the shadow of skyscrapers, hitting against the limits up to rivers, in the heart of the island, at the poles of each park, looking the goods, hiding to the helpless souls that roam the land in search of love, finding the marquees of the theaters full of dreams, displays and windows of stores scream for their freedom, parades to pronounce the transformation of the environment and the end of oppression. When I look in the evening bags of trash on the street, remember that everyone has complicated the environment, and then I go to pass between the shelves of the library to transport the next subway station. At night, wander endlessly through the streets lit and stop just at the sounds of sirens and the smoke that emerges from the sewers. Solitude walks with me and then looked to find the exact location where my great love is hidden as a slogan saying: I love New York.