Para ser un buen lector es necesario plantearse algunos retos personales que nos estimulen y nos hagan superarnos. Resulta positivo ser nosotros mismos quienes nos marquemos nuevas metas. Cada lector puede elaborar sus propios retos, entre los que caben destacar los siguientes: leer más de una cantidad determinada de libros al año (por ejemplo, más de 24 libros es una cifra asequible para leer sin prisas y sosegadamente); leer más libros en papel; leer libros de literatura clásica y bestsellers de calidad sin menospreciar, de entrada, ni unos ni otros; habilitar nuevos espacios de estantería para poder seguir comprando libros en papel; leer nuevos autores, tanto nacionales como extranjeros sin prejuicios; leer autores autopublicados; leer libros de géneros literarios que nos gustan, pero también de géneros a los que acercarnos para conocerlos mejor; elegir algún autor y leer todos sus libros; releer alguna de aquellas novelas que nos entusiasmaron en el pasado; participar en clubes de lectura y en redes sociales con nuestros comentarios sobre libros leídos; recomendar libros a familiares y amigos; incentivar la lectura entre nuestras amistades como una prioridad; comentar nuestras lecturas con amigos, parejas o compañeros de trabajo; descubrir nuevos libros para apuntarlos en la lista de los títulos pendientes; leer con tranquilidad y sin prisas (se trata de leer bien, no de una competición para ver quién lee más); escoger mejor las lecturas; disfrutar de los libros que se leen; leer como actividad prioritaria de ocio...
Son sólo algunos de los propósitos o retos de lectura que podemos plantearnos como lectores. Hay muchos más y cada lector puede elaborar los suyos.